Aquel día había sido acicalada y bien limpiada por su padre, sin embargo, Nube de Granizo, mejor conocido como papá, había salido de “patrulla” odiaba ese trabajo, ese trabajo malvado lo mantenía lejos de ella.

Pequeña Bosque pego las orejas al cráneo mientras pensaba en que más hacer además de tener que lidiar con el hecho de no tener nada con que jugar,

Luego de un rato de no hacer absolutamente nada, ella se lanzó en una aventura y misión para atrapar a un peligroso enemigo, el compañero enemigo de la hoja malvada que vino por venganza.

Su cola.

La cachorrita se agazapo mientras agitaba su cola en el aire y rápidamente se lanzó a por ella, dando vueltas y vueltas sobre si misma hasta que de pronto se tropezó consigo misma y termino rodando en el suelo de una forma muy graciosa, chillando y maullando mientras completaba su hazaña.

Finalmente, había capturado su propia cola entre mordidas, la cachorra se levantó a como pudo con la punta de su cola entre la boca, intento caminar unos pasos aunque termino tropezando torpemente fuera de la maternidad.

Carpa Saltarina lanzo un ligero chillido que nunca admitiría al ser sorprendido por una bola de pelos que salió de entre uno de los arbustos haciéndole saltar un poco en el aire.

Quizás era por la falta de sueño y la caza poco fructuosa ya que prontamente se sintió algo avergonzado en cuanto se dio cuenta de que aquello que lo había asustado no era otra cosa más que una cachorra que simplemente había tropezado fuera de la guardería.

El guerrero bufó ligeramente moviendo la cola con ligera irritación pero al final terminó por dar un suspiro y acercarse a la gatita una vez que vio que aparentemente nadie iba a salir para traerla de vuelta, claro que él no era alguien de convivir mucho pero tampoco podía dejar que una cachorra anduviera corriendo alrededor sin supervisión.

"Hey" maulló de una forma bastante quieta.

La cachorra volvió a terminar patas arriba hasta que ella termino escuchando a que alguien termino chillando como ella lo había hecho.

Aún con sus patitas al aire la cachorra intento girar sobre si misma para levantarse.

Un movimiento muy torpe para una cachorra muy torpe, finalmente lo logro, parándose sobre sus cuatro patitas completamente erizada mientras veía con horror al gatote grande que tenía frente a ella ¿Un depredador? Que tontería; era un gato como papá, seguramente era un guerrero al igual que papá.

El gatote grande bufo y ella le siseo en respuesta, se sintió en peligro y lo único que pudo hacer como una reacción inmediata fue sisearle, al contrario.

Y como si el momento no terminara de ser espontaneo, el extraño le ¿Saludo? Si él le saludaba significaba que era ¿Amigable? ¿Verdad? Aun así, la cachorra no le quito la vista de encima mientras observaba con atención al extraño, bueno, parecía oler como el resto de su Clan, así que de a poco se acercó de a poco para así oler mejor.

No quería moverse rápido para que así el extraño no pensara que ella lo estaba atacando, fue despacio, mirando entre ratos al extraño y una vez se acercó a las patas del extraño ella empezó a oler de forma disimulada, parecía que en efecto era de su Clan, así que, si era de su clan, significaba que era amigable en cierta medida, quizá por lo menos sería cortes con ella por lo cual y ya una vez confirmada su teoría ella retrocedió mientras seguía mirando al extraño.

¿Es que todo el Clan se había puesto de acuerdo para sacarle un susto? Era la tercera vez que alguien la asustaba ¡Por el Clan Estelar! ¿Dónde estaba papá cuando estos gatos salían de la nada? ¡Al menos se encontró a un gato de su clan y no a una serpiente!

Aún en su pose de defensa, Pequeña Bosque relajo el pelaje, pero aún seguía sin fiarse del extraño por completo.

Carpa Saltarina solo siguió los movimientos de la pequeña con la mirada, observando como intentando de forma disimulada le olfateaba.

Falló miserablemente pero el guerrero no estaba a punto de decirle eso.

Bueno, ya la había asustado, que más que hacerle un poco de conversación antes de irse a vagar por ahí no.

"Primero que nada" Maulló con una voz más tranquila mientras se sentaba frente a ella y envolvía su cola alrededor de sus patas. "Eso es bastante grosero"

Con cierto nerviosismo lamió su hocico, a ver que él no era el mejor con los gatitos pero en general él no era bueno socializando, estaba tratando de ser algo gracioso pero que iba a hacer si ella salía corriendo hacia donde estaban sus padres? O peor al líder o el lugarteniente... o quizás al curandero.

Si eso sucedía probablemente se iba a meter en un buen problema y quizás consiguiese una regañina por asustar a un gatito.

Y a él no le gustaban las regañidas, muchas gracias.

Así que sin esperar a que respondiera siguió hablando.

"Deberías tener más cuidado, aunque estés dentro del campamento podrías salir herida, aunque ya estás bastante grande de todas formas, digo, no lo suficientemente grande para andar dando vueltas sola pero si puedes andar jugando alrededor mínimo podría comenzar por dar un paseo alrededor y conocer a tus compañeros de clan no crees? Claro que alguien tendría que acompañarte, tus padres o algo, la verdad viendo que estás acá fuera sola no supongo que no te está cuidando nadie no? Bueno-"

A... había empezado a divagar, quizás cerrar la boca sería lo mejor.

Si, eso es justamente lo que va a hacer... así que como si fuera su mejor idea solo se le quedó viendo a la gatita.

Fronda emergió de la guardería justo a tiempo para presenciar la escena entre Pequeña Bosque y Carpa Saltarina. Sus ojos ámbar captaron rápidamente la tensión en el ambiente y la pequeña cachorra aún erizada. Con una sonrisa cálida y un ronroneo suave, se acercó a ellos, su pelaje dorado brillando bajo el sol.

Antes de que Carpa Saltarina pudiera continuar con su discurso, Fronda se deslizó entre ellos, interponiendo su esponjosa cola dorada para que cubriera ligeramente el hocico del guerrero. Sus ojos chispeantes se encontraron con los de Carpa Saltarina mientras le dedicaba una mirada coqueta.

—Oh, Carpa Saltarina, siempre tan atento— ronroneó, su voz melodiosa y seductora. —Gracias por cuidar de nuestra pequeña exploradora.— Su cola se deslizó suavemente bajo el hocico de Carpa Saltarina mientras hablaba, acariciándolo ligeramente.

Luego, se volvió hacia Pequeña Bosque, inclinándose para lamer cariñosamente la cabeza de la cachorra, lo que la hizo relajarse un poco. —Estaba buscándote, pequeña traviesa. ¿Qué haces aquí afuera, tan lejos de la guardería?— Procedió a echarse a su costado, empujando a la cachorra a su denso y suave pelaje.

Fronda volvió a dirigir su mirada hacia el jóven guerrero, con una mezcla de diversión y afecto en sus ojos. —Estoy segura de que tienes muchas historias emocionantes que contar, Carpa Saltarina. Quizás podrías compartir alguna con nosotras, ¿no te parece?— Su tono era una mezcla de encanto y desafío, invitándolo a participar en la conversación y a romper la tensión inicial.

Última edición por Fronda el Jue Jul 11, 2024 8:14 am, editado 1 vez

ajas mientras el guerrero le decía lo grosera que había sido ¿Qué? ¿A caso no era correcto olfatear para descubrir si era un enemigo? Sin embargo y a pesar del tono molesto de aquel gato ella se quedó sentada escuchando con atención a todo lo que él le estaba diciendo, no se sentía nada cómoda fuera de la maternidad, quería regresar corriendo, pero él estaba tan metido en su narrativa que Pequeña Bosque no tuvo más que quedarse ahí sentada a escucharlo.

Si se iba, ella sería grosera y no quería ser grosera, menos viendo la reacción del contrario al ella haberlo olfateado.

¿Dónde estaba papá? El fácilmente podría sacarla de aquella situación.

Al final ambos se miraron el uno al otro, sostenerle la mirada a uno de los mayores no era cosa difícil, Pequeña Bosque simplemente se le quedo mirando en busca de alguna otra frase espontanea por parte del desconocido, pero no, no hubo nada, así que ella hizo algo que solía hacer cuando empezaba a ponerse nerviosa o demasiado aburrida.

Saco un poco su lengua y se quedó en la misma posición mientras esperaba a que el o a que alguien hiciera algo.

La tensión pronto fue rota por una gata a la que conocía bien, Fronda había llegado al rescate, Pequeña Bosque empezó a ronronear mientras la felina anaranjada la empujaba lejos del ambiente de tensión ¡La había salvado!

Oh por el amor de-

Esta es justamente la razón por la que a veces Carpa Saltarina deseaba haber sido curandero, por otra parte ser curandero significaba estar casi todo el día encerrado rodeado de hierbas que apestaban y francamente le molestaban bastante la nariz, así mismo tenía que comer dichas hierbas, no gracias, y encima tener que estar hablando con todos, así que tuvo que decantarse por ser guerrero.

Bueno, por una parte la cachorra parecía estar escuchando aunque no la hubiese culpado si hubiese salido corriendo de regreso a la guardería, por otra parte Fronda había salido a recogerla, lo cual estaba bien y todo si no fuese porque Fronda era bastante coqueta, y el era bastante malo averiguando como lidiar con eso.

No es que realmente le molestara mucho, simplemente no sabía bien como actuar, entre Fronda y la cachorra que aún no sabía quien era o de quien era hija prefería intentar entablar una conversación con la cachorra, quizás contándole algún cuento o algo, quien sabe, a los gatitos les gustan las historias no?

Hablando de-

"Ah" Movíó sus patas con cierto nerviosismo. "No es que haya sido guerrero mucho tiempo"

... 6 lunas eran ciertamente un tiempo considerable así que eso podría considerarse una mentira.

"Además que de han sido unas lunas bastante tranquilas..."

Quizás podría inventarse algo? Algo sencillo, o parrotear alguna historia que haya escuchado en alguna asamblea, algo simple por supuesto, nada de gatos voladores o así.

Se quedó en silencio mientras las miraba pensativo.

Fronda observó la reacción nerviosa de Carpa Saltarina con una mezcla de diversión y ternura, dejó escapar una risita juguetona.

—Oh, Carpa Saltarina, no seas tan modesto—ronroneó, sus ojos brillando con picardía. —Estoy segura de que tienes muchas historias emocionantes, incluso en lunas tranquilas. Después de todo, cada día es una aventura, ¿verdad?—

Volvió a centrar su atención en Pequeña Bosque, cuya pequeña lengua asomaba ligeramente en una muestra de nerviosismo. Fronda inclinó su cabeza hacia un lado, sus ojos llenos de calidez.

—Pequeña Bosque, no te preocupes. Carpa Saltarina no es un enemigo, solo un amigo grande y un poco tímido—dijo suavemente, su tono tranquilizador mientras le daba un lametón en la cabeza a la cachorra. —Y olfatear para asegurarse es una buena táctica. Siempre debemos estar atentos, ¿no es así, Carpa Saltarina?—

Fronda se giró ligeramente, asegurándose de que su cola aún cubriera parcialmente el hocico del guerrero, antes de añadir con un suspiro dramático y coqueto:

—Pero estoy segura de que Carpa Saltarina tiene una historia encantadora que contarnos. Algo sobre sus aventuras recientes, tal vez. ¿Verdad, querido?—susurró, sus ojos ámbar fijos en él, invitándolo a compartir alguna anécdota

Al menos Fronda había confirmado que ella no era grosera, Pequeña Bosque levanto las orejas en señal de triunfo, no había sido una mala cachorra; al menos ya sabía eso.

También le habían dicho que el ahora nombrado Carpa Saltarina era un amigo grande, un amigo grandote pero tímido, bueno, al menos no era un enemigo grandote y malvado.

Oh, como le gustaba que le dieran lametones en la cabeza, Pequeña Bosque empezó a ronronear mucho más por la pequeña acción de Fronda, ella soltó un maullido suave mientras mantenía sus ojos cerrados.

Luego vio como Fronda y Carpa Saltarina hablaban, casi en voz baja... ¿Secretos? A ella le gustaba los secretos, especialmente escucharlos, con mucho cuidado ella camino y miro a donde ambos gatos hasta que luego escucho la palabra “Historias”

— ¿Historia? — Maulló con las orejas y la cola bien levantadas.

Oh, a ella le sí que le gustaban las historias ¿Iban a contarle una? ¿Sobre qué? Como la cachorra buena que era, se sentó a esperar la historia ¿Quién se la contaría? Ella paso su mirada entre Fronda y Carpa Saltarina.

Carpa Saltarina ya no sabía que hacer a estas alturas, por un lado Fronda y la gatita... Pequeña Bosque no eran realmente gatos poco agradables con quien estar, por otra parte Carpa Saltarina en su corta vida había sido bueno contando historias.

Escuchar mientras trabajaba? Claro, contar historias nada más porque sí? No realmente.

Se lamió los bigotes con cierto nerviosismo, quizás podría ganar un poco más de tiempo para pensar algo si hacía un par de preguntas, además que tipo de historias le gustan a los gatitos? Se veía pequeña, no tan pequeña porque ya andaba dando vueltas alrededor jugando pero por otra parte dudaba que algo muy agresivo fuese lo apropiado.

Por otra parte tenía la ventaja de haber salido a explorar bastante aún en sus días de cachorro y aprendiz así que quizás podía sacar algo de alguna de esas expediciones, si, sonaba buena idea, quizás esa vez que se metió a comer semillas a lo tonto a la guarida del curandero y terminó enfermo, además le serviría a la cachorra como advertencia, pero primero-

"Claro" Maulló entre dientes. "Supongo que tengo una historia, pero primero supongo que deberíamos presentarnos"

... Eso sonaba muy formal y Carpa Saltarina se arrepintió de inmediato de lo que dijo, pero bueno, ya había salido de su boca, ni modo.

"Err... Mi nombre es Carpa Saltarina, lamento haberte asustado Pequeña Bosque, a decir verdad no me había ni percatado que estaba tan cerca de la guardería"

Fronda sonrió con ternura al escuchar la presentación de Carpa Saltarina. Con un ronroneo suave, se dirigió a Pequeña Bosque, su mirada llena de calidez.

—¿Ves? Carpa Saltarina es un buen amigo, y estoy segura de que tiene una historia maravillosa para contarnos—dijo mientras acariciaba suavemente la cabeza de la cachorra con su cola dorada, haciendo que Pequeña Bosque se sintiera aún más cómoda y segura.

Volvió su atención a Carpa Saltarina, notando su nerviosismo. Fronda siempre había tenido una habilidad especial para tranquilizar a sus compañeros, y no iba a dejar que este momento fuera una excepción. Con un tono cálido y alentador, continuó:

—No te preocupes, Carpa Saltarina. Todos hemos tenido momentos en los que nos sentimos un poco fuera de lugar. Pero estoy segura de que Pequeña Bosque está muy emocionada por escuchar una de tus historias. ¿Verdad, Pequeña Bosque?—dijo, mirando a la cachorra con una sonrisa.

Se echó cómodamente junto a Pequeña Bosque, indicándole con un movimiento de su cola que se acomodara también.

—¡Estamos listas!—dijo finalmente, con una sonrisa acogedora, esperando que su apoyo ayudara a Carpa Saltarina a sentirse más seguro para compartir su anécdota.

La cachorra levanto las orejas mientras una pequeña sonrisa se mostraba en su pequeño rostro, miro a donde Fronda y luego a donde Carpa Saltarina para luego mover sus patas delanteras de completa emoción.

¡No podía creerlo! Finalmente podría tener una buena historia, quizá no tan buena como las historias de las reinas, pero al final del día era una historia que intentaría disfrutar junto con Fronda.

Al menos esperaba que Carpa Saltarina fuera un buen cuenta cuentos, porque ya tenía las expectativas bastante altas en aquellas cosas, en especial la historia de un guerrero del Clan de la Sombra tragándose una rana entera, una de las reinas de la maternidad le conto sobre esa historia, según esa historia viene de una asamblea, una historia en patas de uno de los veteranos de ese Clan.

La historia de Carpa Saltarina deberá de ser una historia mucho más genial que la del guerrero y esa traviesa rana traicionera.

La cachorra amaso el suelo mientras esperaba impaciente por alguna historia interesante para el día de hoy.

A vaya, que problema.

Bueno quizás la historia de las semillas ahora no fuese suficiente así que nerviosamente Carpa Saltarina se lamió el pecho, pensando en que historia seria buena contarle a una cachorra, se veía pequeña así que no podía ser algo muy agresivo, aún no sabía quienes eran sus padres pero no quería tener problema alguno con ellos, o Fronda.

Después de pensar por algunos momentos Carpa Saltarina terminó por decidirse en contar la historia de como fue adoptado, no es que realmente se acuerde pero una vez se enteró pues, le insistió bastantes veces a sus padres que se la repitieran, tampoco  es que le molestara que Pequeña Bosque se enterara, el día en que lo viera junto a sus padres sería obvio.

Con un suspiro comenzó a narrar.

-"Hace muchas lunas había un par de guerreros ya entrados en años, al punto en que se podía observar como el pelaje alrededor de su hocico se volvía blanco, pues estos dos guerreros eran pareja y en todos sus años a pesar de haber visto incontables batallas nunca antes había tenido una camada juntos, aún así ellos se amaban mucho. Simplemente parecía que era algo que no se iba a dar"

Carpa Saltarina se relamió el hocico.

-"Fue en una tarde que en que ambos estaban haciendo patrulla que un pequeño chillido, era bastante tenue y por un momento pensaron que quizás sería alguna cría de pájaro, ardilla o ratón, sin embargo resulta que ellos cruzaron mirada con el más inocente cachorro que habían visto en su vida."

El guerrero movió la cola de lado a lado más que por ligero nerviosismo que nada.

-"No había rastros de algún Dos Patas u otro gato alrededor, además de que el cachorrillo estaba cubierto en tierra, así que era un misterio de donde había salido, lenguas dicen que el cachorrillo brotó de la tierra como si nada, otros piensan que quizás de alguna forma era un tipo de gato arborícola que cayó de un árbol, finalmente algunos dicen que algún Dos Patas lo dejó como regalo a los clanes."

-"Y pues bueno, la pareja adoptó al gatito, un gatito bastante raro déjame decirte, es por ello que se piensa que simplemente es un gato que apareció de la nada, eventualmente el gatito creció hasta convertirse en aprendiz y después de guerrero, aunque se dice que era bastante problemático y en algún punto se bromeaba entre los guerreros que la pareja no había tenido camadas porque su destino era cuidar de este cachorro y que con uno era más que suficiente"

-"Pero se dice que es un guerrero bastante decente, sea un gato mágico aparecido de la nada o no"

Bueno, la historia le salió bastante más larga de lo esperado, con otro lametón en el pecho Carpa Saltarina esperó, ojala no hubiese dormido a su audiencia.