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Bienvenido,
Ambientación
Estación de la Hoja Verde ⸺ 24°C a 31°C
Durante generaciones, los cuatro clanes de gatos que viven en el bosque se han mantenido viviendo en armonía, guiados por sus antepasados y el código guerrero. Aunque la Estación sin Hojas es dura para todos, se mantienen firmes y el Clan Estelar vela que éstos serán proveídos de abundantes presas, hierbas y crías en la próxima Estación de la Hoja Nueva. El río se descongela de a poco, permitiendo que los peces vuelvan a nadar y el Clan del Río se abastezca, los gatos del Clan del Viento corren por el páramo y se meten a los… ¿Túneles? El Clan de la Sombra caza con la oscuridad de la noche, y el Clan del Trueno descansa en las Rocas Soleadas mientras patrullan su frontera con el Clan del Río. Los Cuatro Árboles se alzan poderosamente dividiendo el territorio de los pacíficos cuatro clanes, ¡Espera! ¿Los Cuatro Árboles..?¡Apertura! Sean bienvenidos
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Estrella de Sauce
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Género : Femenino
Rango : Líder
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En cuanto sus párpados se abrieron, su mirada permaneció fija sobre la pared directamente en frente de su guarida. Los rastros putrefactos le hicieron levantar la nariz, sintiendo, arrugándola, como el hedor persistía. Así, desistió de acicalarse; podría su mismo manto guardar aquel olor, como si de verdad hubiera estado en aquel lugar. De hecho, por un momento lo creyó verídico; si bien tenía todas las características de ser un sueño, hubo aquellos detalles que con los frescos recuerdos todavía prevalecían grabados en sus retinas.
Lentamente, su paso la llevó a asomar por fuera de su guarida. La oscuridad reinaba sobre el campamento, y aunque había poco movimiento, percibía aún las almas despiertas tras la llegada de la última patrulla. Arrendajo Sereno le había aconsejado reposo por el omóplato que le estaba causando molestias. Un segundo de sucumbir ante el sueño le había hecho sentirse extraña; quizás por eso lo sintió todo tan real.
Parpadeó, cerrando por unos largos segundos sus ojos. Cuando volvió a abrirlos, la vista estaba puesta sobre la Pila de Carne Fresca. Justo ésta mañana la había estado observando con detenimiento. Ahora mismo le estaba trayendo una sensación diferente, y una vez más, su hocico se arrugó, su colmillo sobresalido siendo mejor reflejado por la luz nocturna. Una parte de ella le dijo que debería ponderar mejor la situación, pero otra le decía que no había mucho tiempo ya.
Si era la voluntad del Clan Estelar...
—Todo aquel que sepa cazar sus propias presas, acérquese a la Roca del Clan para una reunión. —La voz de Estrella de Sauce se escuchó desde lo alto del peñasco, aguardando así a todos los que a su vez, voltearon miradas para observarla. Notó diferentes expresiones, las más normales: curiosidad, intriga y, tal vez, determinación, como si estuvieran listos para salir a la batalla de ser necesario, sin embargo, ésta vez la amenaza no se encontraba en un clan enemigo.
—Los convoco, porque esta noche el Clan Estelar ha hablado. —Esperó las reacciones ajenas, hallando más que nada sorpresa, como era de esperarse—. Las presas del Vertedero están infectadas; la carroña no es segura. Por ahora, la caza en el Vertedero está prohibida.
El claro se llenó de un cuchicheo esperado. Estrella de Sauce dejó caer sus párpados, desenfocando un segundo su mirada. Si se concentraba, creía aún sentir aquella lagartija escurrírsele de entre las zarpas... debía estar segura de algo, todavía.
—Escuchen —ronca esta vez, su voz salió con dificultad—. ¿Alguien ha cazado ahí? —No podía ser. El Vertedero era su fuente secreta de abastecimiento solo en Sin Hojas, cuando las alternativas se les acababa. Pero por algo el Clan Estelar les estaba enviando este mensaje; ¿habría alguien que estuviese desaprovechando las presas de la Hoja Verde? ¿Por qué razón lo haría?—. Recuerden que la caza en aquel sector no la debemos tomar a la ligera. Nos estamos arriesgando innecesariamente ahora que no lo necesitamos.
Lentamente, su paso la llevó a asomar por fuera de su guarida. La oscuridad reinaba sobre el campamento, y aunque había poco movimiento, percibía aún las almas despiertas tras la llegada de la última patrulla. Arrendajo Sereno le había aconsejado reposo por el omóplato que le estaba causando molestias. Un segundo de sucumbir ante el sueño le había hecho sentirse extraña; quizás por eso lo sintió todo tan real.
Parpadeó, cerrando por unos largos segundos sus ojos. Cuando volvió a abrirlos, la vista estaba puesta sobre la Pila de Carne Fresca. Justo ésta mañana la había estado observando con detenimiento. Ahora mismo le estaba trayendo una sensación diferente, y una vez más, su hocico se arrugó, su colmillo sobresalido siendo mejor reflejado por la luz nocturna. Una parte de ella le dijo que debería ponderar mejor la situación, pero otra le decía que no había mucho tiempo ya.
Si era la voluntad del Clan Estelar...
—Todo aquel que sepa cazar sus propias presas, acérquese a la Roca del Clan para una reunión. —La voz de Estrella de Sauce se escuchó desde lo alto del peñasco, aguardando así a todos los que a su vez, voltearon miradas para observarla. Notó diferentes expresiones, las más normales: curiosidad, intriga y, tal vez, determinación, como si estuvieran listos para salir a la batalla de ser necesario, sin embargo, ésta vez la amenaza no se encontraba en un clan enemigo.
—Los convoco, porque esta noche el Clan Estelar ha hablado. —Esperó las reacciones ajenas, hallando más que nada sorpresa, como era de esperarse—. Las presas del Vertedero están infectadas; la carroña no es segura. Por ahora, la caza en el Vertedero está prohibida.
El claro se llenó de un cuchicheo esperado. Estrella de Sauce dejó caer sus párpados, desenfocando un segundo su mirada. Si se concentraba, creía aún sentir aquella lagartija escurrírsele de entre las zarpas... debía estar segura de algo, todavía.
—Escuchen —ronca esta vez, su voz salió con dificultad—. ¿Alguien ha cazado ahí? —No podía ser. El Vertedero era su fuente secreta de abastecimiento solo en Sin Hojas, cuando las alternativas se les acababa. Pero por algo el Clan Estelar les estaba enviando este mensaje; ¿habría alguien que estuviese desaprovechando las presas de la Hoja Verde? ¿Por qué razón lo haría?—. Recuerden que la caza en aquel sector no la debemos tomar a la ligera. Nos estamos arriesgando innecesariamente ahora que no lo necesitamos.
Lirio de Serpiente
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Género : Femenino
Rango : Guerrero
Usuario
El sonido de gatos moviéndose y susurrando a su alrededor despertó lentamente a Lirio de Serpiente de su sueño. La repentina multitud de gatos saliendo de sus lechos hacia el claro del campamento la llenó de confusión, ya que hacía solo unos segundos estaba profundamente dormida. Levantó la cabeza, escaneando el resto de la guarida. Varios guerreros, igualmente recién despertados, se encontraban en el mismo estado que ella: confundidos y curiosos. Murmurando algunas palabras bajo su aliento, Lirio de Serpiente se levantó lentamente, extrañando instantáneamente la calidez y comodidad de su lecho. Sacudió algunos pedacitos de musgo junto con espinas de pino de su pálido pelaje y se encaminó hacia la entrada de la guarida.
Algunos de sus compañeros, aún adormilados, prefirieron escuchar desde donde se encontraban y asomaban sus cabezas con curiosidad al oír la voz de su líder. Abriéndose camino entre ellos, Lirio de Serpiente se acercó lentamente junto con el resto de los gatos del clan frente al peñasco de la líder grisácea. Se sentó al lado de un guerrero atigrado oscuro que, al notar su presencia, le dedicó una rápida mirada y luego continuó intercambiando palabras con una gata de pelaje gris y detalles blancos que se encontraba a su otro lado.
— ( Me pregunto qué habrá pasado. ) — Pensó Lirio de Serpiente, escaneando una última vez el campamento. Cada vez más gatos se acercaban a sentarse o quedarse de pie, mientras que otros simplemente se quedaban en la entrada de sus guaridas, como la mayoría de los veteranos y aprendices. Las reinas intentaban mantener a sus cachorros bajo control, aunque algunos pequeños husmeaban con curiosidad en vez de estar dormidos, lo que les ganaba un regaño rápido por parte de sus madres. Observó por unos segundos más, riendo para sí misma ante esta última escena, antes de volver su atención hacia la líder, expectante de sus siguientes palabras.
No fue ninguna sorpresa que los gatos a su alrededor explotaran en murmullos conmocionados y jadeos sorprendidos al escuchar que las presas del Vertedero estaban infectadas. Otros, como Lirio de Serpiente, estaban bastante confundidos al escuchar a Estrella de Sauce preguntar si alguien había cazado últimamente allí.
— ( ¿Por qué alguien cazaría en ese lugar habiendo un gran abastecimiento de presas en el resto del territorio? ) — Pensó para sí misma. Sin embargo, permaneció callada y observó.
La atmósfera en el claro se tornó tensa. Los gatos intercambiaban miradas preocupadas, y algunos comenzaron a susurrar entre ellos, intentando encontrar una respuesta lógica. Lirio de Serpiente sentía la creciente preocupación en el aire. Lirio de Serpiente decidió que, aunque sus pensamientos estaban llenos de preguntas, lo mejor sería esperar a que Estrella de Sauce aclarara la situación.
Algunos de sus compañeros, aún adormilados, prefirieron escuchar desde donde se encontraban y asomaban sus cabezas con curiosidad al oír la voz de su líder. Abriéndose camino entre ellos, Lirio de Serpiente se acercó lentamente junto con el resto de los gatos del clan frente al peñasco de la líder grisácea. Se sentó al lado de un guerrero atigrado oscuro que, al notar su presencia, le dedicó una rápida mirada y luego continuó intercambiando palabras con una gata de pelaje gris y detalles blancos que se encontraba a su otro lado.
— ( Me pregunto qué habrá pasado. ) — Pensó Lirio de Serpiente, escaneando una última vez el campamento. Cada vez más gatos se acercaban a sentarse o quedarse de pie, mientras que otros simplemente se quedaban en la entrada de sus guaridas, como la mayoría de los veteranos y aprendices. Las reinas intentaban mantener a sus cachorros bajo control, aunque algunos pequeños husmeaban con curiosidad en vez de estar dormidos, lo que les ganaba un regaño rápido por parte de sus madres. Observó por unos segundos más, riendo para sí misma ante esta última escena, antes de volver su atención hacia la líder, expectante de sus siguientes palabras.
No fue ninguna sorpresa que los gatos a su alrededor explotaran en murmullos conmocionados y jadeos sorprendidos al escuchar que las presas del Vertedero estaban infectadas. Otros, como Lirio de Serpiente, estaban bastante confundidos al escuchar a Estrella de Sauce preguntar si alguien había cazado últimamente allí.
— ( ¿Por qué alguien cazaría en ese lugar habiendo un gran abastecimiento de presas en el resto del territorio? ) — Pensó para sí misma. Sin embargo, permaneció callada y observó.
La atmósfera en el claro se tornó tensa. Los gatos intercambiaban miradas preocupadas, y algunos comenzaron a susurrar entre ellos, intentando encontrar una respuesta lógica. Lirio de Serpiente sentía la creciente preocupación en el aire. Lirio de Serpiente decidió que, aunque sus pensamientos estaban llenos de preguntas, lo mejor sería esperar a que Estrella de Sauce aclarara la situación.
Susurro de Cuervo
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Género : Hembra
Rango : Lugarteniente
NPC (Usuario Inactivo)
Susurro de Cuervo se encontraba en la sombra de un arbusto cercano, acicalándose, cuando escuchó la llamada de reunión. Se mantuvo observando atentamente la escena, a no mucha distancia de la Roca del Clan. A medida que escuchaba las palabras de su líder, su mente se llenaba de pensamientos y preocupaciones. El Vertedero había sido una fuente crucial de alimento durante las estaciones más duras, pero ahora, con la advertencia del Clan Estelar, todo parecía cambiar.
Con un suspiro, la hembra se levantó lentamente. Se abrió paso entre sus compañeros hasta llegar a un punto desde donde podía ver mejor a la líder.
— Estrella de Sauce —comenzó, su voz suave, resonando en el claro silencioso—, entiendo la gravedad de la situación. Debemos actuar con rapidez.
Miró a su alrededor, encontrando los ojos de varios de sus compañeros.
— Propongo que formemos inmediatamente una patrulla para inspeccionar el Vertedero y sus alrededores, y asegurarnos de que no quede ninguna presa oculta por la zona que pueda ser consumida accidentalmente —continuó—. Además, deberíamos revisar a fondo nuestras reservas actuales. No podemos permitir que ninguna presa contaminada haya sido traída aquí sin darnos cuenta.
Hizo una pausa para dejar que sus palabras calaran en los demás.
— Si alguien ha cazado allí recientemente, necesitamos saberlo de inmediato para tomar las medidas necesarias. —La lugarteniente terminó su intervención con un leve movimiento de su cola.
Con un suspiro, la hembra se levantó lentamente. Se abrió paso entre sus compañeros hasta llegar a un punto desde donde podía ver mejor a la líder.
— Estrella de Sauce —comenzó, su voz suave, resonando en el claro silencioso—, entiendo la gravedad de la situación. Debemos actuar con rapidez.
Miró a su alrededor, encontrando los ojos de varios de sus compañeros.
— Propongo que formemos inmediatamente una patrulla para inspeccionar el Vertedero y sus alrededores, y asegurarnos de que no quede ninguna presa oculta por la zona que pueda ser consumida accidentalmente —continuó—. Además, deberíamos revisar a fondo nuestras reservas actuales. No podemos permitir que ninguna presa contaminada haya sido traída aquí sin darnos cuenta.
Hizo una pausa para dejar que sus palabras calaran en los demás.
— Si alguien ha cazado allí recientemente, necesitamos saberlo de inmediato para tomar las medidas necesarias. —La lugarteniente terminó su intervención con un leve movimiento de su cola.
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