Estrella Helada guiaba a su pequeña patrulla siguiendo la corriente del río, hacia el sur del territorio. Ala de Halcón , Amapola Azul y ella recorrían la frontera en búsqueda de alguna patrulla de Estrella de Serpiente. Su cola en alto decía claramente que no era un paseo rutinario ni una patrulla de caza que amenazara el territorio ajeno, aunque su instinto le invitara a dar aunque sea un mordisco a plato extraño; de todas formas, procuraba estar lo suficientemente cerca para llamar la atención. Su barriga la amenazaba con soltar otro gruñido, una incómoda situación que ocultaba tras una sonrisa tranquila.

—Abran bien los ojos y agudicen su olfato a cualquier indicio de una patrulla, no estamos lejos del tronco.

Ah sí, el puente que conectaba el territorio a través del río. Claro que no se iba a arriesgar a ir tan a par de la orilla del río y dejar que alguno de los tres caiga al agua, estaban un poco más allá de su propio territorio y por eso debían ir más precavidos ante cualquier incidente. Ya a estas alturas debía aparecer aunque sea uno de esos gatos acuáticos, pensó Estrella Helada con ligera irritación revolviendo su estómago.
Tras un poco más de paseo, aquél tan ansiado (y un poco desagradable, no se iba a engañar) aroma se hizo presente en el ambiente.

Seguía el paso de Estrella Helada conforme llegaban a la frontera, el olor del río invadía sus fosas nasales mientras más cerca estaban hasta el punto en que se encontraban prácticamente frente a la corriente. No había señal de alguna patrulla cuando llegaron pero el Sol estando en su punto algo no hace más de unos segundos sugería que pronto habría una en camino, y esperaba con ansias que así fuese, de lo contrario no tenía ni idea de si su líder planeaba estar esperando en la frontera o era capaz de cruzarse a esta con tal de salvar la poca esperanza que permanecía en el campamento del Clan del Viento.
Su cuerpo delgado mostraba sus costillas y el recorrido lo dejó sin aliento, no dudaba de que las otras dos gatas estuvieran en distintas condiciones siendo que no habían comido nada antes de partir más que unas cuantas hierbas que les había dado Enebro para combatir el hambre a la espera de la ayuda del Clan vecino.
Notaba la tensión en el cuerpo de Estrella Helada y siendo sinceros él también estaba tenso, sentía el ardor de sus orejas rugir con urgencia, necesitaban a esos gatos amantes del agua aunque fuese un par de días para recuperar sus fuerzas aún si tenían algo que ofrecer a cambio o no; le dió un toque gentil con su cola al hombro de la gata en un intento de calmar su tensión ante el panorama que los había atrapado, sus estornudos rompían el silencio de vez en cuando mientras se preocupaba de la gravedad que éstos escondían debajo, si bien era algo usual, el hambre que los azotaba podía empeorarlo gravemente y quizá su pequeña enfermedad arruinaría las probabilidades del trato… Agitó las orejas impaciente ante sus pensamientos, habían llegado a un punto de no retorno, Ala de Halcón haría lo que fuese para que cualquier gato del río aceptara la dichosa alianza de Estrella Helada sin importar qué tanto le costaba.
Pronto, se empezó a notar el aroma de una patrulla cerca por lo que se limitó a sentarse y observar ansioso a ver alguna silueta aparecer frente ellos.

Carpa Saltarina se aseguró de flanquear a Hoja Leopardina mientras se acercaban al escuálido grupo de gatos del clan del viento, personalmente el guerrero estaba más que feliz en no decir palabra con el otro grupo, no porque tuviera algo en contra de ellos, no realmente, era más por el hecho de que existía una probabilidad de que dijese algo que provocara un altercado con el otro grupo y a decir verdad nadie necesita eso en estos días, es mejor dejar los conflictos al lado a menos que no haya alguna otra manera.

El gato de mediana estatura se quedó parado a unas patas a la distancia de Hoja Leopardina, justo detrás mientras que al mismo tiempo se aseguraba de esta posicionado ligeramente frente a Zarpa Soleada en caso de que algo sucediera.

Lo cual era poco probable pero era mejor estar seguro ante todo.

Carpa Saltarina se mordió la lengua para tragarse un bostezo y observó al otro grupo con detenimiento, claro que se iba a guardar sus pensamientos para sí pero el otro grupo se veía en terribles condiciones, parecía que un par de ellos podrían caer desmayados de un instante a otro.

El gato gris tuvo que evitar hacer un movimiento notable con la cola al escuchar la pregunta de Hoja Leopardina sobre las presas, eso ya era grosero, claro, probablemente era una pregunta de cordialidad pero en opinión de Carpa Saltarina realmente se pudo haber hecho otra pregunta para romper el hielo que no fuera esa exactamente.

Honestamente el guerrero no tenía problemas en darles un poco de la comida pero claro eso no caía en él sino sobre su líder, solo esperaba que al otro clan le gustara el pescado.

¡Ya era hora! Estrella Helada sonrió ampliamente al ver la patrulla de gatos que se avecinaba al encuentro fronterizo, a primera vista no reconoció a ningún gato de alto mando, pero eso era lo de menos, dos (visiblemente) guerreros se acercaban con curiosidad ¡Genial! Ni un asomo de hostilidad, no esperaba menos del liderazgo de Estrella de Serpiente.

Estrella Helada los recibió con amenidad y correspondió a su saludo de bienvenida. Estaba contenta de tomar la palabra con tan importante mensaje, hasta que sus planes pararon en seco tras la pregunta del guerrero anaranjado.

No respondió al instante, en su lugar, su sonrisa habitual se desvaneció en un instante y frunció levemente el ceño, denotando una expresión mucho más seria, dándole un sentido abrumador a tan repentino cambio de humor. Su mirada gélida paró exclusivamente en Hoja Leopardina, atenta a su respuesta.

—¿Es una especie de burla?

La voz de la líder tomó un rumbo grave, poco habitual en ella.

Tenía la vista fija en la patrulla que se avecinaba, soltando un suspiro de alivio por su previa preocupación a tener que esperar más de lo debido a la par que analizaba quiénes eran los guerreros del Clan contrario, no esperaba ver a alguien con el que pudieran tratar su situación directamente, sabiendo que no sería tan fácil siquiera dialogar la posición en la que se encontraban.
Entrecerrando sus ojos, su corto pelaje se erizó de sorpresa por un segundo antes de obligarse a alisarlo nuevamente, la guerrera que había visto en el río unas noches atrás era parte de la patrulla que se les acercaba, ¿Iría a mencionar algo de su intento de pesca? Aunque no se había opuesto a enseñarle, sabía bien que no era exactamente “agradable” cómo dieron a conocerse, y volverse a encontrar le daba una punzada de vergüenza sobre sí mismo; era lo último que necesitaba agregar a la pila de problemas con los que cargaba el Clan del Viento.
Cuando finalmente los gatos del Río habían llegado a dónde se encontraban esperando, el saludo de Hoja Leopardina le hizo alzar las orejas de sorpresa, dirigiendo sus ojos azules inmediatamente a Estrella Helada, ¡La audacia para recibirlos así! La líder había cambiado su tono por completo, la expresión en su rostro ahora hostil ante dicha pregunta dejaba en claro la tensión que el guerrero anaranjado acababa de crear. Ala de Halcón sabía que si querían arreglar el asunto por el que vinieron debían pensar bien las cosas, tratando de calmar a la gata de mayor rango posó su cola en ella para dialogar mejor aquella falta de respeto.

–Disculpalo, Estrella Helada.– Maulló suavemente, mientras se acercaba a su oreja para añadir con un susurro más discreto: –De seguro de tanto comer pescado su cerebro se hizo igual de resbaladizo.–
Moviendo sus bigotes con la esperanza de que Estrella Helada hubiera tomado a buenas su chiste, se volvió a los guerreros para calmar la tensión que se había formado en el aire.

–Me gustaría decir que nos da gusto haber llegado a tiempo para su patrulla, aunque ese gusto quizá no sea tan… Mutuo, como esperábamos.– Aunque su tono se mantenía suave, su rostro hacía una mueca fruncida de evidente desaprobación cada que su vista se posaba frente al guerrero anaranjado, deseando que su saludo fuese una fuerza de hábito y un simple accidente antes de una falta de respeto hacia la líder del Viento.