Ambos gatos se encontraban caminando cerca de la orilla del rio en busqueda de presas. Pantanoso habia organizado una patrulla de caza para la tarde de 4 integrantes, conforme paso el tiempo por el territorio decidio dividir la patrulla en dos grupos, uno yendo al rio mas bajo y otro al rio mas alto, cerca de la cascada. Ahi mismo se encontraban Pantanoso y Lluvia Escarchada. El lugarteniente se quedo quieto por unos segundos anhelando la cascada y el fresco helado del rio sobre su cuerpo.

— Esperemos tener suerte y pescar algo hoy —. Comento.

Observo por unos segundos a Lluvia Escarchada, señalando con su cabeza el rio. No paso mucho que el gran macho dejo su lugar para caminar hacia el mismo, comenzando a ser devorado por las aguas del riachuelo, el dia estaba fresco por lo que en cuanto su cuerpo se sumergio en el agua unas agujas imaginarias pincharon su cuerpo del frio, obligandolo a sacar su cabeza fuera del agua.

— Cagarrutas de zorro, esta fria —. Maldijo en voz casi alta, enojado por el frio calando sus huesos.

Lluvia Escarchada acompañaba a Pantanoso en la patrulla de pesca, hacía una mañana algo fría, dando indicios de la llegada próxima de la estación sin hojas. Se habían dirigido hacia la parte del río en donde había una pequeña cascada, no solía venir a menudo por acá, pero se sentía agradable, parecía un lugar tranquilo para venir a meditar cuando necesitará espacio para pensar.... Y vaya que tenía mucho en que pensar, observó el precioso paisaje junto con el guerrero, dejándose envolver por el tranquilizante sonido del agua, realmente se sentía nerviosa por haber sido asignada a mentorear a Pequeña Bosque.

La guerrera despachó sus pensamientos por un segundo, al ver que su acompañante se metía al río, se le escapó un divertido ronroneo al ver la reacción del macho al mojarse, a la par que suspiró resignada. (Hora de trabajar...) Pensó mientras lo seguía, estremeciéndose al entrar en contacto con el agua, Pantanoso no exageraba, estaba helada, su espeso pelaje no la protegía mucho ahora que estaba empapada, y el frío le calaba hasta los huesos.
Tienes razón... Si que está fría... Esperemos que los peces no estén congelados... O tal vez se fueron a hibernar... Lluvia Escarchada bromeó, ofreciéndole una mirada comprensiva a su compañero, a ninguno le encantaba la idea, pero había que alimentar al Clan, era importante aprovechar que aún no se congelaba el río.

Debes estar muy contento de que Melena de Ortiga ahora sea guerrera... Es bueno tener patas extra para ayudar ahora que viene la estación más dura... La atigrada gris intentó entablar conversación con el lugarteniente, la verdad quería pedirle consejo, acerca de lo que había ocurrido apenas ayer, y que aún intentaba procesar ella. Pantanoso era un ejemplo a seguir para cualquier gato del Clan del Río, y sería un gran líder algún día, si llegara a pasarle algo a Estrella de Serpiente... Que el clan estelar no lo permita... Aunque desgraciadamente ambos eran muy jóvenes por lo que probablemente Pantanoso nunca llegué a serlo... aún así, un guerrero tan fuerte y sabio, tan dedicado al Clan y discreto, sabía que era el gato más confiable al que acudir... Aunque admiraba mucho a su primo, Lluvia Escarchada sabía que su líder no podría ayudarla de la misma forma, no en esta ocasión... Estrella de Serpiente era tan blando e indulgente con los más pequeños del Clan como ella, le costaba ser dura con Pequeña Bosque pero sabía que probablemente eso necesitaba la aprendiza... Solo tenía miedo de asustarla y no sabía cómo enseñarle bien, nunca había tenido un aprendiz antes... No uno de verdad al menos...

Salio del agua justo para escuchar a Lluvia Escarchada hablar, en su boca se encontraba un pequeño pez aun moviendose, no era demasiado, pero para comenzar era una buena pesca. Su objetivo era encontrar algun salmon o surubi, miro a la guerrera con las orejas pegadas al craneo para evitar que el agua le entren a las mismas. Le hizo un gesto de "espera" mientras volvia a la orilla a dejar la pesca.

Al dejarla, camino de nuevo al agua. — Si, lo es, entre mas patas cazaremos mejor —. Maullo hundiendose en el agua de nuevo.

La observo desaparecer bajo el agua y él hizo lo mismo. Ahora mismo Lluvia Escarchada quedo a cargo del entrenamiento de Zarpa de Bosque. Si fuera por el, el entrenamiento de esa gata deberia durar 2 lunas mas de lo normal, o hasta que él considere que esta lista. De igual forma, se encontraba sumergido bajo el agua, buscando alguna presa perdida, encontrandose con un pez peleando con un crangejo en el fondo del rio. Como un cocodrilo se movio rapido hacia el animal, atrapandolo con sus zarpas.

— Esperemos que no lo sea, hemos tenido una buena temporada de caza con presas abundantes, podremos afrontar la proxima temporada —.

El pescado se encontraba flotando al lado de su cabeza flotante, era un pez algo mas grande que el anterior, pero no lograba su objetivo de encontrar algun salmon rezagado o algun pez de esa indole. Busco con la mirada a Lluvia Escarchada, sin saber si lo habia escuchado o no. Lo unico que vio era a su caza alejandose lentamente de su lado, con calma la atrajo de nuevo hacia él con una de sus zarpas antes de volver a tomarlo entre sus fauces.

Lluvia Escarchada había sumergido de golpe al ver una silueta pasar cerca suyo bajo el agua, al cabo de un instante emergió con un bagre bastante jugoso y grande. No había escuchado lo último que Pantanoso dijo del todo, pero no era tan relevante. Satisfecha con la captura comenzó a nadar hasta la orilla, para depositar allí su presa, definitivamente alimentarían bien al clan, gracias al Clan Estelar esta estación estaba siendo bastante abundante, después de lo mal que la pasaron en la estación de la hoja verde, necesitaban reponerse para la época más fría que estaba ya próxima. Al salir del agua depósito el pez en el suelo, y, observando lo que habían cazado, se preguntaba si seguir o parar... Si decidían quedarse un rato más luego tendrían más dificultades llevando todo de vuelta, pero tal vez un par de presas más no vendrían mal.

Sacudiéndose con elegancia un poco de agua del pelaje, se sentó por un pequeño momento para dejar que el escaso Sol le calentara un poco el cuerpo, acicalandose lo mejor que podía, quería hablar con el lugarteniente, pero suponía que sería difícil mientras se centraban aun en su tarea. Esperó a que el contrario depositara su pez en la pila y le dirigió la palabra, algo ansiosa y preocupada:

P-pantanoso... Si me permites preguntarte... Bueno, ya sabes que me asignaron a Zarpa de Bosque y... Pies... También estás al tanto de su situación, claramente, siempre sabes todo lo que pasa en el Clan... Eres un gran guerrero, uno muy experimentando aunque no seas mucho más mayor que yo... Nunca he tenido un aprendiz...sin entrenamiento previo, uno normal pues... Y encima ella es... Digamos que... Tímida ... Qué debería hacer con ella? Qué tipo de acercamiento me recomendarías para no espantarla pero al mismo tiempo ver resultados y mejoras en su actitud y habilidades? No tengo la menor idea de que hacer... Me siento... Un poco... Estaba a punto de decir inútil, pero dejó las palabras incompletas en el aire, le había estado estresando y dando vueltas por la cabeza desde la noche anterior y como no? No quería decepcionar a nadie ni quedar mal como mentora, pero tampoco le tenía mucha fe a la pequeña... Zarpa de Bosque, que debería hacer? Al final se terminó desahogando de más con Pantanoso... Cuando solo pretendía pedir consejo, que tonta que era...

Disculpa si te he incomodado o molestado ocb mis problemas... Realmente no tienes la obligación de ayudarme, no es tu responsabilidad... Se supone que soy una guerrera hecha y derecha... Simplemente soy algo nueva en este tema y pues, siento que no hice nada remarcable en el caso de Hoja Soleada... No quiero fallar de nuevo... Eres el primero que pensé para pedir ayuda... O más bien consejo.

La guerrera con las orejas pegadas al cráneo de la vergüenza no podía creer que le estuviera contando todo eso al contrario, sí, era un hecho que Pantanoso era confiable, y que no le diría a nadie de su conversación... Salvó tal vez a su líder... Pero si ella le pedía guardar el secreto lo haría, de por sí ers un asunto personal... Pero no le agradaba mucho la idea de compartir sus sentimientos así y verse tan vulnerable ante alguien, por la presión había estallado y soltado todo, no lo podía evitar, al menos no frente a él... Y ya era muy tarde para retractarse y hacer como si nada hubiera pasado, así que al menos se aseguraría de disipar sus dudas en esta conversación, ya que estaban. Suspiró largamente e intentó relajarse, cerrando sus azules ojos por unos instantes, y luego dirigiendo su mirada suplicante por ayuda al macho Carey.

Pantanoso escondio su sorpresa bajo su rostro estoico al observar el bagre que habia pescado Lluvia Escarchada, aunque no esperaba menos de sus guerreros, un brillo de orgullo aparecio en los ojos mientras salia del agua, llegando a la orilla, deposicito su pesca sobre el pequeño monticulo que ambos gatos crearon. Era suficiente por hoy, esta pesca era perfecta para alimentar al clan.
Mientras la guerrera descansaba sobre la orilla bajo el sol, Pantanoso se echo al otro lado, monticulo de presas entre medio de ambos, comenzo a asicalar su pelaje para secar las gotas de agua restantes.

Fue entonces cuando la gata comenzo a hablar acerca de sus dudas con respecto al entrenamiento de Zarpa del Bosque. Al princio, cuando comenzo a alagar sus cualidades, Pantanoso tenia ganas de acallarla por la inecesidad del asunto, lo sabia, era consiente de sus caracteristicas y del peso que tenia dentro del clan, no necesitaba que le lamieran las almohadillas. Aun asi, mirando a la gata, dejo que esta continuara sabiendo que tenia algo para comentar.
Por mas que le encantaria decirle que simplemente la trate con la dureza que existe en el entrenamiento, supo identificar que este sentimiento de "zarpa dura" es en realidad el trauma de su cruel entrenamiento por parte de Chapoteo de Sabalo sobre él. No era justo que los demas sufran su mismo destino.

Eventualmente termino suspirando cuando la gata termino de hablar. — Lo de Hoja Soleada no fue culpa tuya —. Aclaro antes de continuar: — Zarpa del Bosque es una aprendiza... aniñada, tuvo la suerte de nacer sin problemas a su alrededor, sin tener que crecer antes de tiempo y fue muy protegida desde que nacio. Supongo que se ha acostumbrado a esa vida y esa proteccion, que el mundo real le aterra. Es cruel y turtuoso y creo que ella lo sabe en su interior —.

No cambiaria su vida por nada en el mundo, pero la realidad era que a veces, al mirar a la aprendiza con su inocencia y un amor a su alrededor, le ha hecho darse cuenta de lo mucho que le hubiera gustado tener dicha vida y cuan traumatica fue la suya. Asi debian crecer los cachorros y aprendices, con paciencia y cariño. No a heridas y gritos.
Al girar su cabeza de nuevo hacia la guerrera se encontro con la suplica de la misma y la verguenza en sus ojos, levanto su zarpa para sacudirla en un gesto de calma hacia la azulada.

— El mejor consejo que puedo darte es que, ella no es Hoja Soleada. Ve despacio con ella, ha vivido toda su vida hasta ahora en la Maternidad, todo esto es nuevo para ella y podria espantarse —. Señalo el bosque con su cola. — Pequeños pasos, hasta que se acostumbre a su nueva vida, se gentil y paciente. Haz que se sienta segura contigo —.

Se lo que no soy.

Penso mirando a la gata, a pesar de su rostro serio, estoico, el mismo no era frivolo, estaba extrañamente en paz con sus demonios internos por un rato. Volvio a girar su rostro para ver la cascada cerca suyo, su lugar favorito en el territorio.

La guerrera plateada escuchaba atentamente las sabias palabras de su lugarteniente, asintiendo lentamente de vez en cuando. Pantanoso era un guerrero muy maduro e inteligente de más. La hizo ver cosas que había pasado por alto debido al estado turbulento en el que se hallaba su mente, era como si se disiparán las nubes después de una fuerte tormenta, ahora se sentía más en calma y centrada con su objetivo.

Te lo agradezco mucho Pantanoso... Tienes toda la razón....Zarpa de Bosque es Zarpa de Bosque, ella no ha vivido las cosas que nosotros, nunca ha salido del campamento, ni de la seguridad de la maternidad... Así que tendré que ir a su propio ritmo .... Aunque supongo que eso sería demasiado lento, pero por ahora hay tiempo de sobra, intentaré primero ganarme su confianza... Acercarme más a ella y convencerla, hacerle ver la importancia de ser guerrera, así podrá empezar su entrenamiento por fin, no sería muy buena idea lanzarla al agua sin saber nadar... Por así decirlo... La gata bromeó mientras miraba al contrario, sus ojos de un azul helado emanaban cierta calidez, llenos de admiración y gratitud dirigidos hacia Pantanoso. En esos momentos disfrutó la paz y el silencio que había entre los dos, ambos observando la cascada y el precioso paisajes con matices rojos y naranjas, y el azul del cielo y el río, hacían un precioso contraste, solo se escuchaba el murmullo del agua y el viento entre los árboles. El clima era perfecto también, una mezcla entre frío y calor, los cálidos rayos de sol penetrando en su pelaje ya más seco y la fresca brisa de la estación de la hoja caída la envolvían, se sentía como si solo ella y Pantanoso existieran en el bosque en esos momentos, y no le desagradaba en los más mínimo la compañía, todo lo contrario, no podía pensar en otro gato con el que quisiera compartir ese momento. Sin darse cuenta, comenzó a ronronear levemente, feliz y relajada.

Escuchaba con calma la actitud de la guerrera, la cual pareceria haber visto la revelacion de su vida. Su cola se movia al sentido de su respiracion, ambos calmos, la realidad era que a pesar de todo la mente de Pantanoso seguia trabajando, a menor reboluciones, era simplemente imposible apagarla. La reaccion de Lluvia Escarchada al decir de lanzarla al rio sin saber nadar le hizo sacar una pequeña risa nasal al lugarteniente.

— Yo si lo haria, es la mejor forma de aprender —. Se burlo, agraciado de la escena que se imaginaba en su cabeza.

Ambos compartieron un momento de risa antes de que Pantanoso comenzara a levantarse de su lugar. A pesar de querer seguir acostado, disfrutando del calor de la tarde y el ruido pacifico de la cascada, tenia que seguir con sus tareas de lugarteniente, ademas de encontrarse con la otra mitad de la patrulla de caza. Camino con pesadez hacia donde estaban los peces, cerca de Lluvia Escarchada.

— Andando, debemos volver y encontrarnos con la otra patrulla —. Maullo hacia la guerrera, y luego señalo el bagre que esta habia pescado de enormes dimensiones. — ¿Puedes llevarlo sola o quieres que lo lleve por ti? —.

No estaba cuestionando las capacidades fisicas de la guerrera, de hecho la creia mas que capaz de llevar la inmensa pesca, pero a lo mejor esta preferia no cargar con tanto peso. Era un viaje de regreso bastante largo. Espero con paciencia la respuesta de ella mientras terminaba de secar su pelaje con su lengua o algun que otro sacudon del mismo. Cuando Lluvia Escarchada clamo con orgullo que ella llevaria la caza, él asintio secretamente orgulloso de la fortaleza de sus guerreros.

Quizas su rostro no denotaba ese orgullo debido a su seriedad estoica que volvia a tener, su mente habia dejado de descanzar para volver al trabajo y profecionalismo de su cargo. Pero estaba seguro que en sus ojos, el brillo orgulloso podria notarse, silencioso.

— Vamos, volvamos —. Maullo, cargando con su pesca. — Tienes que mostrarle a todo el campamento esa buena pesca —. Señalo con la garra el pescado antes de silenciar su boca con las presas pescadas.