La Asamblea estaba proxima a llegar y Pantanoso parecia mas un asistente de citas que un lugarteniente. Por varios dias estuvo vigilando a cada uno de los integrantes del clan, especialmente a los aprendices. Por lo general ya sabia a quienes mandar a la Asamblea, casi siempre era los mismos gatos locos de siempre, pero esta vez estaba mas interesado en vigilar a los aprendices y ver quien se lo merecia. Podia decir que Zarpa de Limoncillo iba a asistir debido a que se trataba de su aprendiza y queria tenerle un ojo encima... pero no podia decir lo mismo de Zarpa del Bosque.

Desde la perdida de Fronda, Pantanoso volvio a cerrarse a todos, teniendo un trato formal y profecional con cada uno de los gatos, no yendo mas alla de tareas y recomendaciones. Estaba seguro que Estrella de Serpiente le estaba echando un ojo cual aguila esperando que no vuelva a caer en el pozo de la desolacion como tantas lunas habia estado hasta que su primo lo rescato de las garras de su mentor.
Pantanoso no queria mas que ser golpeado, de sentir un dolor fisico que lo haga olvidar sus pensamientos, pero era un gato adulto y tenia que afrontar las consecuencias y su dolor sin que su trabajo se vea perjudicado.

— Lluvia Escarchada, te estaba buscando —. Comento el gran gato, serio y firme, mientras se acercaba a ella a paso pesado. Queria hablar con ella acerca de su aprendiza y como la veia para ir a la Asamblea, aun cuando él no estaba de acuerdo, pero Estrella de Serpiente pensaba que quizas le haria bien salir.

Cuando la gata volteo, el lugarteniente continuo: — Acompañame, necesito que hablemos sobre Zarpa del Bosque —.

Sin esperar mas respuesta, comenzo a caminar hacia el costado del campamento, cerca de la guarida de los guerreros, alli donde el rio pasaba camino hacia la orilla del rio esperando que Lluvia Escarchada lo este siguiendo sin mas.

Lluvia Escarchada se encontraba cruzando el campamento hacia la guarida de veteranos, de camino a visitar a su madre, cuando escuchó detrás suyo la voz del lugarteniente. (Pantanoso... Me estaba buscando? A mí?) sus ojos se iluminaron mientras se volteaba y caminaba con pasos apresurados hacia él, había pasado ya un tiempo desde que no hablaban, al menos, no una conversación a solas... Desde... Desde la muerte de Fronda, el guerrero se había mantenido especialmente ocupado con sus labores de lugarteniente, parecía que lo hacía a propósito, y más esquivo incluso que antes, se había vuelto una figura inalcanzable... Al menos, mucho más lejano... Más para ella, que le costaba tanto socializar.

Pero ahora Pantanoso quería hablar con ella, sobre Zarpa de Bosque,su aprendiz... En realidad ya sei magina a por qué, muy pronto sería la asamblea, la primera desde que la joven fue nombrada... Y probablemente le iba a preguntar sobre cómo iba el entrenamiento, y si estaba bien llevarla... Cosas así, o eso suponía. La verdad le decepcionaba un poco, el hecho que solo se le acercara para eso...pero hey, estamos hablando de Pantanoso, el gato más frío y distante... más ceñido a su trabajo de todo el Clan, más incluso que Lluvia Escarchada, ella dejaba mucho que desear comparada con él, aspiraba a imitarlo... Pero sus emociones se interponían entre ella y sus metas todo el tiempo, ya fuera inseguridad, dudas o... Últimamente, algo que realmente no sabía que era, pero la distraía demasiado de sus labores... Preocupación, podría ser? Hacía su lugarteniente, el mismo que ahora tenía delante.... El que no había vuelto a ser el mismo desde aquel fatídico día, en el que trajo al campamento el cuerpo sin vida de Fronda... Y Lluvia Escarchada sabía por qué, sabía porqué Pantanoso se cerró al resto del mundo, y podía intuir lo que pasaba por su cabeza casi como si fueran sus propios pensamientos y sentimientos... Tal vez porque había pasado por algo similar, sentía la necesidad urgente de correr a consolarlo, animarlo y estar a su lado, cosas que ella no recibió cuando su padre falleció por su culpa... O bueno... Por protegerla... Tal vez... Y solo tal vez... Sería un buen momento para intentar hablar con el macho... quería decirle tantas cosas, pero su cabeza daba vueltas y su corazón latía con fuerza por los nervios. Se limitó a seguirlo a la orilla del río, cerca de la guarida de los guerreros... Hubiera preferido un lugar más privado, pero bueno... Era mejor que nada.

Sobre Zarpa de Bosque... Que...que quieres saber? preguntó dubitativa mientras arañaba el suelo con sus garras, su cola barría lentamente el suelo arenoso mientras ella le dedicaba miradas furtivas cargadas con preocupación y anhelo al contrario, alternando sus ojos azules entre el suelo y el lugarteniente.