Cuando hubo terminado la ceremonia de nombramiento y por tanto la reunión de clan, Lluvia Escarchada buscó inmediatamente a su aprendiza entre lá multitud de gatos que se iban dispersando hacia sus respectivas guardias. Encontró a la recién nombrada Zarpa de Bosque cerca de su padre Nube de Granizo, a unos cuántos zorros de distancia. Se acercó dubitativa, pero al mismo tiempo decidida, sabía que la joven gata rojiza era muy escurridiza y temerosa, y escaparía de sus responsabilidades en cuanto tuviese la oportunidad. Necesitaba tener una conversación con ella, ya que a partir de ahora sería su mentora.

Nube de Granizo... saludos.... Te felicito por el nombramiento de tu hija, ya era hora, seguro que te sientes muy feliz. Cómo su mentora prometo cuidar de ella como si fuera de mi propia sangre, la convertiré en una gran guerrera de la que puedas estar orgulloso.... Ahora, necesito hablar un momento a solas con...Zarpa de Bosque... Si me lo permites... cuando la guerrera estuvo frente a los dos gatos en cuestión comenzó a hablar, bastante formal como de costumbre, pero con un dejo amable y ligeramente cálido. Sus ojos se fijaron en la pequeña bola de pelos escondida tras su padre, y cuando sus miradas se cruzaron le sonrió amablemente, sin enseñar los colmillos. Dedicándole una mirada tranquilizante, que era lo mejor que podía hacer ahora, le preguntó:
Qué dices, Zarpa de Bosque? Podemos hablar un momento? Prometo que será rápido. Lluvia Escarchada normalmente no solía ser tan elocuente, no porque no supiera, sino porque simplemente no lo quería, no le agradaba y se salía de su zona de confort, pero Dada la situación sentía que era de suma importancia por lo que era necesario usar sus dotes del habla y su inteligencia para tratar de razonar con la pequeña.

La pesadilla había pasado y ella estaba… ¿Bien? ¿A eso se le podía llamar bien? Sentía que se le iba el corazón a la boca, o peor, a la cabeza.
No tardo mucho en volver a esconderse detrás de su padre, especialmente cuando su ahora mentora parecía muy interesada en acercarse a ella, luego de un breve intercambio de palabras con ella, su padre finalmente la miro, a lo que ella agacho las orejas.

“Intenta no meter en problemas a Lluvia Escarchada” había dicho Nube de Granizo “Claro, solo tenle algo de paciencia, una vez que entre en confianza no podrás esperar a que ella cierre la boca” Bromeo antes de levantarse e irse a otro lado, dejandolas a ambas solas.

¿¡De verdad la iba a dejar a su merced!? Zarpa del Bosque levanto las orejas mientras veía a su padre irse, luego miro de reojo a Lluvia Escarchada y se volvió a agachar en el suelo, abrazándose a si misma con su cola.

Lluvia Escarchada pensó para sí que lo que decía Nube de Granizo no era del todo verdad... Zarpa de Bosque hablando sin parar? Si... Claro, muy creíble... Especialmente cuando ni siquiera sabía cómo se escuchaba su voz, nunca la había escuchado pronunciar un solo maullido en todas las lunas que llevaba en el campamento sin empezar su entrenamiento. Ahora las habían dejado solas, la aprendiza yacía acurrucada en el suelo nuevamente, tapando casi todo su cuerpo con esa esponjosísima cola naranja, que le encantaría tocar con sus almohadillas, pero que sería un acto causante de un ataque de pánico para la aprendiz, y no quería someterla a tal estrés de momento, necesitaban crear un lazo de confianza.

Lluvia Escarchada miró hacia abajo con una mirada cálida, y se agazapó en el suelo también, intentando estar a la altura de la aprendiz, prácticamente se tuvo que acostar. Intentando actuar con confianza pero sin exudar demasiada para no espantarla, le habló en el tono más bajo y reconfortante que pudo, o al menos, eso intentó... Realmente no estaba acostumbrada a estás cosas, amaba a los más jóvenes del clan, pero ellos no a la guerrera... Este tipo de situaciones las manejaba mejor Fronda, a ella sí que la adoraban. Cómo le hubiera encantado pedirle consejo pero realmente no eran cercanas en lo más mínimo, le avergonzaba acercarse a ella, era una tarea más difícil que hablarle a Zarpa de Bosque:

Hey... Tranquila, no voy a comerte... Zarpa de Bosque, primero quiero felicitarte por tu valentía hoy, seguro que te dió mucho miedo, se notaba... Digo... Se notaba que hiciste tu mejor esfuerzo,y eso es encomiable, ahora eres oficialmente una aprendiz del Clan del Río... Mi aprendiz... Y prometo que seré una gran mentora para ti, te convertiré en una gran guerrera...H-hay tantas cosas que quiero enseñarte... Q-que te gustaría aprender primero? la guerrera se sentía como si estuviera participando de un monólogo, viendo el silencio de la aprendiz, y mientras se extendía su discurso se puso algo nerviosa y torpe, ya no sabía que más decir, solo quería que se volvieran un poco mas cercanas y se conocieran, así no sería tan incómodo el primer día de entrenamiento. No sabía que debía hacer o que tipo de acercamiento tenía que abordar con ella, por ahora solo intentaba ser amable y no decir cosas que normalmente diría, no ser tan bruscamente honesta y recta, imitaba la forma de hablar de Estrella de Serpiente o Fronda, tan pacientes y... Dulces ... Cálidos... Aunque no fuera lo que Lluvia Escarchada acostumbraba hacer, y se notaba en lo tiesa e incómoda que estaba, peor hacía su mejor esfuerzo.