Uno podía decir que todavía era de noche, pero para Estrella Helada el día comenzaba antes de que el mismo sol se asomara. Hacía ya un tiempo que empezó a tener significante participación en las patrullas de caza, y cada cierto tiempo elegía un compañero para un recorrido especial llevado a cabo en las madrugadas. Ese día el suertudo era un jovial gato marrón que dormía sumamente tranquilo con sus compañeros guerreros.

Estrella Helada hizo su camino hacia el grupo, sus pisadas trataban de ser lo más silenciosas para no despertar a alguien indeseado. Al llegar, con su garra pinchó gentilmente el lomo de Ala de Halcón, pero no tan gentil... Quería despertarlo lo antes posible.

—Ala de Halcón, buenos días.

Su voz era suave, pero sus piquetes insistentes.

—¡Despierta, despierta!

Susurró cantadito. Claro, ahora estaba de buen humor, apenas iniciaba el día y contaba con un buen presentimiento sobre la cacería.

Ala de Halcón se encontraba plácidamente dormido, disfrutando de su siesta después de que su tía, Amapola Azul, lo estuviese despertando más temprano de lo debido para hacer entrenamientos y demás, era una gata estricta pero sabía que sus actos eran bien intencionados aún si le costaban un poco de su sueño.
Ahora, el guerrero marrón no podía correr la suerte de tener un buen monto de descanso para la patrulla del alba, sintiendo unos cuantos pinchazos que lo obligaban a levantar la cabeza de su lecho aún somnoliento, sin abrir los ojos supuso que se trataba de la guerrera experimentada con la que era familiar.
–Amapola Azul.– Dijo soltando un bostezo. –Me habías dicho que ya no me despertarías tan temprano...–

Absorto en su mente tratando de incorporarse, aún si no estaba del todo cómodo con la idea de levantarse temprano tantos días seguidos, no era quién para negarse a más de un paseo antes del alba, debía admitir que adquirió un pequeño gusto a la brisa antes de la mañana y lo tranquilo que solía verse el territorio antes de que el Sol tocara la hierba. Una vez que creyó recuperar su consciencia listo para hacer lo que fuese que haría, abrió los ojos sólo para enterarse de quién realmente le había despertado.
–¡Estrella Helada!.– Soltó un chillido susurrado, su pelaje corto apenas dejaba ver qué se había erizado de la sorpresa. –Disculpa, ¿Acaso dije algo dormido? .– Preguntó con una sonrisita nerviosa.

Le pareció divertida la reacción de Ala de Halcón al descubrir que no se trataba de su tía. Al parecer no había sido la única que lo traía de un lado a otro tan temprano. Eso era bueno, significaba que estaban comprometiéndose a abastecer a su clan... Cómo debe ser.

—Ahora me toca a mí a sacarte a pasear.— Dijo con buen humor— Levántate, iremos a cazar a la pradera.

Su cola se sacudió y sin esperar respuesta se dio la vuelta para caminar hacia la salida del campamento sin mucha prisa. Suponiendo que la seguía, añadió más comentarios.

—Hace no mucho descubrí actividad en la madriguera abandonada; deberían haber más animalitos por ahí refugiándose. Entre más temprano los esperemos mucho mejor.

Estrella Helada contaba con buena fe de que encontrarían variedad de ratoncitos por ahí, y si contaban con suerte algún delicioso conejo. Además, consideraba una buena oportunidad para observar las habilidades de caza de Ala de Halcón. Aquello formaba parte de sus altas espectativas.

Mientras seguía de cerca a la líder, escuchaba atentamente sus indicaciones a la par en la que se encaminaban al campo abierto que tenía el territorio. ¿Actividad en una madriguera abandonada? Para Ala de Halcón eso sonaba a que Estrella Helada tenía todo más que planeado, era astuta y siempre al pendiente de la más mínima cosa para sacarle el mejor provecho.
–Me alegra que las presas estén mostrando buena actividad, ¡Son grandes noticias!.– Alentó el guerrero, contaba en que su líder sabía perfectamente a dónde iban y si estaba de tan buen humor como la había notado, seguro era una oportunidad perfecta para impresionarla.

En algún punto de su recorrido, alzó bien las orejas y olfateó el aire atento a cualquier presa que pudiera servir, si bien no era su objetivo principal nunca estaba de más tener algo qué agregar a su pila de presas y ,a pesar de que estaban despiertos más temprano de lo usual, para su buena suerte había detectado el aroma de un ratón no muy lejos de donde pasaban. Rápidamente se agazapó asumiendo la posición de caza, listo para no sólo traer más comida a la pila de presas pero también para impresionar a Estrella Helada, se acercó decidido a su cometido, ojos fijos en la presa y una vez que creyó estar bastante cerca pegó un salto en su dirección esperando lo mejor.

El miembro 'Ala de Halcón' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Acción' :