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Bienvenido,
Ambientación
Estación de la Hoja Caída ⸺ 19°C a 10°C
Los colores del paisaje comienzan a volverse anaranjados y marrones, y las hojas de los árboles comienzan a desprenderse de las ramas, cayendo sobre los territorios del bosque. Los guerreros se ponen más malhumorados de lo normal cuando sienten las frías brisas recorrer sus espinas, con la premisa de una estación más dura que la anterior. Incluso los Cuatro Árboles, que usualmente imponen respeto, ahora lentamente dejan caer sus hojas ante la mirada del Clan Estelar, quien está seguro que esta estación será dura para sus clanes, pero nada fuera de lo normal.Se abren las inscripciones a los Altos Cargos
El Otoño ha llegado
¡Apertura! Sean bienvenidos
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Lirio de Serpiente
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Lirio de Serpiente podía ser vista acicalando su blanco pelaje, quitando cuidadosamente trocitos de musgo y hojas resecas que se habían quedado atorados en él. Hasta hace unos instantes, estaba profundamente dormida, pero uno de sus compañeros había pisado accidentalmente su cola, despertándola bruscamente y provocando un siseo de dolor que resonó en la guarida. Ahora, fuera de la guarida de los guerreros, la felina se sentó junto a la entrada, murmurando en voz baja. Probablemente se trataba de quejas sobre el mal comienzo de su día, pues aún sentía el dolor punzante en su cola.
Después de unos minutos de minuciosa limpieza, logró remover todos los residuos de vegetación que ensuciaban su pelaje. Un pequeño bostezo escapó de sus fauces antes de lamerse los bigotes, tratando de sacudirse la sensación de irritación. —Supongo que al menos podría hacer algo productivo ya que estoy despierta —se dijo a sí misma, esforzándose por olvidar su ligero enojo por haber sido despertada tan repentina y bruscamente.
Meticulosamente, escaneó el campamento en busca de algo con lo que pudiera ocupar su tiempo y ser útil. Observó a sus compañeros ocupados en sus tareas diarias y pensó en cómo podría contribuir. Sin embargo, justo en ese momento, sus tripas soltaron un rugido, recordándole que hacía bastante tiempo que no comía, lo más probable es que fuese desde el día anterior. —Tal vez coma algo rápido —pensó, encaminándose lentamente hacia la pila de carne fresca, su cola casi arrastrándose con pereza.
Rebuscando entre las presas, Lirio de Serpiente examinaba con cuidado cada pieza para ver si algo le abría el apetito. Sus pensamientos vagaban mientras seleccionaba su comida, reflexionando sobre cómo podría aprovechar el día ahora que estaba despierta. Mientras escogía un Gorrión.
Después de unos minutos de minuciosa limpieza, logró remover todos los residuos de vegetación que ensuciaban su pelaje. Un pequeño bostezo escapó de sus fauces antes de lamerse los bigotes, tratando de sacudirse la sensación de irritación. —Supongo que al menos podría hacer algo productivo ya que estoy despierta —se dijo a sí misma, esforzándose por olvidar su ligero enojo por haber sido despertada tan repentina y bruscamente.
Meticulosamente, escaneó el campamento en busca de algo con lo que pudiera ocupar su tiempo y ser útil. Observó a sus compañeros ocupados en sus tareas diarias y pensó en cómo podría contribuir. Sin embargo, justo en ese momento, sus tripas soltaron un rugido, recordándole que hacía bastante tiempo que no comía, lo más probable es que fuese desde el día anterior. —Tal vez coma algo rápido —pensó, encaminándose lentamente hacia la pila de carne fresca, su cola casi arrastrándose con pereza.
Rebuscando entre las presas, Lirio de Serpiente examinaba con cuidado cada pieza para ver si algo le abría el apetito. Sus pensamientos vagaban mientras seleccionaba su comida, reflexionando sobre cómo podría aprovechar el día ahora que estaba despierta. Mientras escogía un Gorrión.
Última edición por Lirio de Serpiente el Vie Jun 21, 2024 7:21 pm, editado 1 vez
Susurro de Cuervo
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Rango : Lugarteniente
NPC (Usuario Inactivo)
En una mañana fresca y neblinosa, Susurro de Cuervo se levantó antes del amanecer, como era su costumbre. La claridad del alba apenas comenzaba a filtrarse entre las ramas de los pinos altos que rodeaban el campamento, proyectando sombras alargadas sobre el suelo húmedo por el rocío. Se estiró, sacudiéndose el sueño de su cuerpo. Un bostezó se escapó, mientras salía de la guarida de los guerreros. Se sentó en medio del claro, cuando aún no había actividad y observó a su alrededor, pues disfrutaba del silencio que reinaba.
A medida que la actividad del clan fue aumentado, maullaba algun que otro buenos días a sus compañeros. Un siseo procedente de la guarida que acababa de salir le captó la atención, aunque no se movió. Tras un observar a Lirio de Serpiente salir desde la distancia mientras ella se acercaba a la pila de carne fresca, Susurro de Cuervo sabía lo molesto que podía ser ser despertado de esa forma y, viendo cómo ella examinaba las presas con una expresión pensativa, decidió acercarse para ofrecerle alguna tarea que la distrajera de su mal comienzo de día.
Caminó con paso firme pero relajado hacia la guerrera, su mirada serena y comprensiva. Se detuvo a unos pasos de ella, esperando a que ella eligiera su presa antes de hablar.
—Buenos días, Lirio de Serpiente—saludó Susurro de Cuervo con voz suave—. Veo que no tuviste el mejor despertar hoy. Espero que una buena comida te anime. ¿Te importa si comemos juntas?
Inclinó la cabeza, agitando los bigotes ante su elección del gorrión. Rebuscó ella misma en la pila, sacando un gordo campañol.
A medida que la actividad del clan fue aumentado, maullaba algun que otro buenos días a sus compañeros. Un siseo procedente de la guarida que acababa de salir le captó la atención, aunque no se movió. Tras un observar a Lirio de Serpiente salir desde la distancia mientras ella se acercaba a la pila de carne fresca, Susurro de Cuervo sabía lo molesto que podía ser ser despertado de esa forma y, viendo cómo ella examinaba las presas con una expresión pensativa, decidió acercarse para ofrecerle alguna tarea que la distrajera de su mal comienzo de día.
Caminó con paso firme pero relajado hacia la guerrera, su mirada serena y comprensiva. Se detuvo a unos pasos de ella, esperando a que ella eligiera su presa antes de hablar.
—Buenos días, Lirio de Serpiente—saludó Susurro de Cuervo con voz suave—. Veo que no tuviste el mejor despertar hoy. Espero que una buena comida te anime. ¿Te importa si comemos juntas?
Inclinó la cabeza, agitando los bigotes ante su elección del gorrión. Rebuscó ella misma en la pila, sacando un gordo campañol.
Última edición por Susurro de Cuervo el Vie Jun 21, 2024 10:38 pm, editado 1 vez
Lirio de Serpiente
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La felina albina miró en dirección de la lugarteniente rojiza antes de colocar el gorrión frente a sí misma. —Saludos, Susurro de Cuervo. —dijo, acompañando sus palabras con una leve reverencia de cabeza en señal de respeto antes de tomar asiento. —Y sí... Ha sido una mañana un tanto... —Comenzó, haciendo una pequeña pausa para pensar—... agitada. —agregó con un suspiro cansado, mirando hacia su cola que aún sentía un poco adolorida, antes de regresar la mirada a la otra felina.
—Y muchas gracias, la verdad es que apreciaría tu compañía... dicen que la comida sabe mejor acompañada, ¿no es así? Ronroneó levemente con una voz semi somnolienta antes de dar el primer bocado al gorrión que había elegido, masticando lentamente la jugosa y tierna carne. Disfrutó del sabor por un momento, permitiendo que la calidez de la comida le levantara un poco el ánimo y calmara su rugiente estómago. La compañía de Susurro de Cuervo igualmente era un consuelo, su presencia familiar hacía que la molestia de la mañana se desvaneciera un poco más rápido.
—Es una mañana bastante movida, ¿no crees? —preguntó a su compañera de clan mientras levantaba nuevamente la mirada en su dirección, buscando algún signo de acuerdo o tal vez una conversación que distrajera su mente. Observó atentamente a Susurro de Cuervo, esperando escuchar sobre sus propias experiencias de la mañana o tal vez algún chisme reciente del campamento que pudiera aligerar el ambiente.
Mientras esperaba la respuesta, continuó comiendo el gorrión, saboreando cada bocado. El ruido del campamento, con sus charlas y actividades cotidianas, llenaba el aire, creando un fondo constante de vida y energía.
—Y muchas gracias, la verdad es que apreciaría tu compañía... dicen que la comida sabe mejor acompañada, ¿no es así? Ronroneó levemente con una voz semi somnolienta antes de dar el primer bocado al gorrión que había elegido, masticando lentamente la jugosa y tierna carne. Disfrutó del sabor por un momento, permitiendo que la calidez de la comida le levantara un poco el ánimo y calmara su rugiente estómago. La compañía de Susurro de Cuervo igualmente era un consuelo, su presencia familiar hacía que la molestia de la mañana se desvaneciera un poco más rápido.
—Es una mañana bastante movida, ¿no crees? —preguntó a su compañera de clan mientras levantaba nuevamente la mirada en su dirección, buscando algún signo de acuerdo o tal vez una conversación que distrajera su mente. Observó atentamente a Susurro de Cuervo, esperando escuchar sobre sus propias experiencias de la mañana o tal vez algún chisme reciente del campamento que pudiera aligerar el ambiente.
Mientras esperaba la respuesta, continuó comiendo el gorrión, saboreando cada bocado. El ruido del campamento, con sus charlas y actividades cotidianas, llenaba el aire, creando un fondo constante de vida y energía.
Susurro de Cuervo
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Género : Hembra
Rango : Lugarteniente
NPC (Usuario Inactivo)
Susurro de Cuervo observó a Lirio de Serpiente mientras esta comenzaba a comer su gorrión, notando cómo la comida parecía calmar su ánimo poco a poco. Decidió tomar asiento junto a ella, pero a una distancia respetuosa, lo suficientemente cerca para conversar pero sin invadir su espacio personal.
—Me alegra que hayas aceptado mi compañía —dijo la fémina con una sonrisa amable—. Es cierto, la comida siempre sabe mejor cuando se comparte con alguien.
Empezó a comer el campañol. El suave resplandor de la luz del sol matutino atravesaba el denso follaje del campamento, proyectando sombras juguetonas en el suelo mientras el campamento del Clan de la Sombra comenzaba a cobrar vida. Los guerreros se movían con energía, los aprendices practicaban con fervor, y el murmullo constante de las conversaciones llenaba el aire, creando una sinfonía de sonidos familiares y reconfortantes.
—Sí, es una mañana bastante movida —concordó, volviendo su atención a Lirio de Serpiente—. La neblina temprana siempre trae consigo una sensación de misterio, ¿no crees?— Murmuró, sin tema de conversación en mente.
—Me preguntaba —continuó Susurro de Cuervo, inclinando ligeramente la cabeza— si te gustaría unirte a mí en la patrulla de caza matutina —le dejó caer la propuesta, su tono grave pero calmado—. También podríamos hacer un pequeño repaso en los puntos más importantes del territorio, no está de más, siempre es prudente mantener un ojo atento en esos lugares.
Hizo una pausa, tomando otro par de bocados de su desayuno, permitiendo que Lirio de Serpiente absorbiera la información mientras ella misma contemplaba el bullicio a su alrededor. Los aprendices corrían de un lado a otro, anque algunos aún se despertaban, y algunos de los guerreros compartían lenguas preparándose para las labores del día.
—He estado pensando en cómo mejorar nuestras estrategias de patrullaje —maulló Susurro de Cuervo después de un momento de reflexión—. Quizás podríamos introducir algunas técnicas nuevas que he estado considerando. Por ejemplo, podríamos emplear más emboscadas estratégicas para asegurarnos de que los intrusos nunca sepan de dónde venimos. He visto que el Clan del Río usa tácticas similares y parecen bastante efectivas. ¿Qué opinas?
El sol continuaba su ascenso en el cielo, prometiendo un día cálido.
—Me alegra que hayas aceptado mi compañía —dijo la fémina con una sonrisa amable—. Es cierto, la comida siempre sabe mejor cuando se comparte con alguien.
Empezó a comer el campañol. El suave resplandor de la luz del sol matutino atravesaba el denso follaje del campamento, proyectando sombras juguetonas en el suelo mientras el campamento del Clan de la Sombra comenzaba a cobrar vida. Los guerreros se movían con energía, los aprendices practicaban con fervor, y el murmullo constante de las conversaciones llenaba el aire, creando una sinfonía de sonidos familiares y reconfortantes.
—Sí, es una mañana bastante movida —concordó, volviendo su atención a Lirio de Serpiente—. La neblina temprana siempre trae consigo una sensación de misterio, ¿no crees?— Murmuró, sin tema de conversación en mente.
—Me preguntaba —continuó Susurro de Cuervo, inclinando ligeramente la cabeza— si te gustaría unirte a mí en la patrulla de caza matutina —le dejó caer la propuesta, su tono grave pero calmado—. También podríamos hacer un pequeño repaso en los puntos más importantes del territorio, no está de más, siempre es prudente mantener un ojo atento en esos lugares.
Hizo una pausa, tomando otro par de bocados de su desayuno, permitiendo que Lirio de Serpiente absorbiera la información mientras ella misma contemplaba el bullicio a su alrededor. Los aprendices corrían de un lado a otro, anque algunos aún se despertaban, y algunos de los guerreros compartían lenguas preparándose para las labores del día.
—He estado pensando en cómo mejorar nuestras estrategias de patrullaje —maulló Susurro de Cuervo después de un momento de reflexión—. Quizás podríamos introducir algunas técnicas nuevas que he estado considerando. Por ejemplo, podríamos emplear más emboscadas estratégicas para asegurarnos de que los intrusos nunca sepan de dónde venimos. He visto que el Clan del Río usa tácticas similares y parecen bastante efectivas. ¿Qué opinas?
El sol continuaba su ascenso en el cielo, prometiendo un día cálido.
Última edición por Susurro de Cuervo el Vie Jun 21, 2024 10:37 pm, editado 1 vez
Estrella de Sauce
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Un ronroneo grave y constante era la melodía que sus orejas llegaron a captar; un arrullo de cuna que hacía de su reposo un verdadero sueño de belleza. ¿Sería consciente de estar provocando ese ronroneo desde lo profundo de su garganta? Con la cantidad de espacio que ocupaba su cuerpo, parecía que aquella vibración se desplazaba entre las paredes de su madriguera individual.
Aunque hubiera sido de su agrado, el calor que su cuerpo emanaba comenzó a ser lo suficientemente molesto como para permanecer dentro mucho tiempo. Incluso cuando el sol no calentaba lo suficiente, el ambiente albergaba las sofocantes temperaturas que gracias a la Estación de Hoja Verde tenían que soportar. Eso para alguien de sus dimensiones, especialmente con el largor de su pelaje, era un incordio pero... la estación otorgaba. No olvidaba eso.
Tras la pequeña holgazanería propia de su somnolencia, sus primeros desgarbados pasos la llevaron fuera de su guarida. Con más espacio alrededor, agachó la parte frontal de su cuerpo, estirando sus patas delanteras, sus grisáceas garras clavándose sobre la tierra húmeda bajo ellas, soltando al unísono un largo bostezo antes de recomponer su postura. Levantó sus párpados con más ganas que antes, sus ojos siendo recibidos por el movimiento del comienzo de un nuevo alba. Como de costumbre, no tardó en ser notada por las miradas que se dirigieron en su dirección. Estrella de Sauce parpadeó lento, devolviéndoles un saludo perezoso pero cordial, aprovechando la brevedad del momento para continuar a los presentes seguir con sus tareas.
Agrupó sus cuartos traseros y rodeó su cuerpo con su cola al sentarse sobre el lugar, dejándose relajar por el poco fresquito que pudiera recibir en la mañana. Llevada por la costumbre, sus ojos cayeron sobre la Pila de Carne Fresca. Disfrutó en silencio esa satisfacción de verla abundante justo antes de que dos pares de zarpas, unas rojizas y las otras blancas, llamasen más su atención. Ah, Susurro de Cuervo ya estaba despierta, perfecto. Una pequeña charla para entenderse antes de comenzar el día sería precisada; esperaba que a la felina albina no le molestase.
Estaba a punto de aproximarse, sin embargo, no pudo evitar afinar el oído a lo último que había sido pronunciado por su futura sucesora. Escuchó con una expectativa escondida. No alcanzó a tomarla por sorpresa del todo gracias al conocimiento que tenía la mayor sobre la joven lugarteniente; tenía que decir, con tan pocas lunas de vida y teniendo el cargo que tenía, uno dudaría sobre su experiencia, pero lo que le faltaba por vivir lo compensaba con aquel entusiasmo escondido que podía percibir.
—Susurro de Cuervo, Lirio de Serpiente, buenos días —su tono queda se deslizó por la pequeña ronquedad que su voz aún guardaba cuando decidió entrar en la conversación— Espero les haya rendido el sueño.
Ya no sentada sino que de pie cerca de ellas, la punta de su cola se movió en lo alto. Fue uno de los detalles que demostró su tranquilidad junto a sus párpados levemente caídos y su timbre sereno.
Aunque hubiera sido de su agrado, el calor que su cuerpo emanaba comenzó a ser lo suficientemente molesto como para permanecer dentro mucho tiempo. Incluso cuando el sol no calentaba lo suficiente, el ambiente albergaba las sofocantes temperaturas que gracias a la Estación de Hoja Verde tenían que soportar. Eso para alguien de sus dimensiones, especialmente con el largor de su pelaje, era un incordio pero... la estación otorgaba. No olvidaba eso.
Tras la pequeña holgazanería propia de su somnolencia, sus primeros desgarbados pasos la llevaron fuera de su guarida. Con más espacio alrededor, agachó la parte frontal de su cuerpo, estirando sus patas delanteras, sus grisáceas garras clavándose sobre la tierra húmeda bajo ellas, soltando al unísono un largo bostezo antes de recomponer su postura. Levantó sus párpados con más ganas que antes, sus ojos siendo recibidos por el movimiento del comienzo de un nuevo alba. Como de costumbre, no tardó en ser notada por las miradas que se dirigieron en su dirección. Estrella de Sauce parpadeó lento, devolviéndoles un saludo perezoso pero cordial, aprovechando la brevedad del momento para continuar a los presentes seguir con sus tareas.
Agrupó sus cuartos traseros y rodeó su cuerpo con su cola al sentarse sobre el lugar, dejándose relajar por el poco fresquito que pudiera recibir en la mañana. Llevada por la costumbre, sus ojos cayeron sobre la Pila de Carne Fresca. Disfrutó en silencio esa satisfacción de verla abundante justo antes de que dos pares de zarpas, unas rojizas y las otras blancas, llamasen más su atención. Ah, Susurro de Cuervo ya estaba despierta, perfecto. Una pequeña charla para entenderse antes de comenzar el día sería precisada; esperaba que a la felina albina no le molestase.
Estaba a punto de aproximarse, sin embargo, no pudo evitar afinar el oído a lo último que había sido pronunciado por su futura sucesora. Escuchó con una expectativa escondida. No alcanzó a tomarla por sorpresa del todo gracias al conocimiento que tenía la mayor sobre la joven lugarteniente; tenía que decir, con tan pocas lunas de vida y teniendo el cargo que tenía, uno dudaría sobre su experiencia, pero lo que le faltaba por vivir lo compensaba con aquel entusiasmo escondido que podía percibir.
—Susurro de Cuervo, Lirio de Serpiente, buenos días —su tono queda se deslizó por la pequeña ronquedad que su voz aún guardaba cuando decidió entrar en la conversación— Espero les haya rendido el sueño.
Ya no sentada sino que de pie cerca de ellas, la punta de su cola se movió en lo alto. Fue uno de los detalles que demostró su tranquilidad junto a sus párpados levemente caídos y su timbre sereno.
Lirio de Serpiente
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Lirio de Serpiente contempló la oferta de la felina durante un momento pero asintió con la cabeza al final. —Sería un honor. — Respondió, relamiéndose los bigotes y saboreando los últimos bocados de su desayuno. Su cuerpo, ahora lleno de energía gracias a la comida, se sentía revitalizado. Sin embargo, unos segundos después, una pequeña pero fuerte sensación de inseguridad inundó rápidamente a la albina. — ( ¿...Patrulla de caza? ) — Repitió en su mente, la punta de su cola moviéndose levemente, como para reafirmar su propia sorpresa. —( Soy terrible cazando... ) — Tragó saliva, recordando sus problemas de visión. Con excepción de sus padres, nadie sabía que Lirio de Serpiente tenía dificultad para medir la profundidad de sus objetivos. Si alguien comentaba algo al respecto, simplemente lo atribuía a su mala suerte o, en caso de perder una presa, culpaba a su llamativo pelaje que resaltaba contra la oscuridad del follaje pantanoso en el territorio del Clan de la Sombra.
Sus pensamientos fueron rápidamente interrumpidos por la idea de la lugarteniente para mejorar las patrullas. —Pienso que sería una buena idea. — Respondió Lirio de Serpiente con un tono casi monótono para su propia sorpresa, ocultando cualquier señal de preocupación de su compañera de clan. —Qué tal si... — Comenzó la guerrera antes de desviar lentamente su tono al notar a Estrella de Sauce acercándose.
—Saludos, Estrella de Sauce. — Saludo de vuelta la felina, dando una leve reverencia respetuosa con la cabeza. —No podría responder por parte de Susurro de Cuervo, pero... — Comenzó, dando una rápida mirada hacia la lugarteniente a su mención, antes de devolver la mirada hacia la felina grisácea. —En lo personal, descansé lo suficiente, a pesar de haber despertado de manera un poco brusca. — Comentó, relatando brevemente a la líder cómo había sido despertada repentinamente porque alguien había pisado su cola. Al darse cuenta de que tal vez sonaba más como una queja que como un recuento, la felina murmuró una pequeña disculpa antes de enrollar sus patas con la cola, tratando de mantener la compostura y no mostrar su inseguridad.
Sus pensamientos fueron rápidamente interrumpidos por la idea de la lugarteniente para mejorar las patrullas. —Pienso que sería una buena idea. — Respondió Lirio de Serpiente con un tono casi monótono para su propia sorpresa, ocultando cualquier señal de preocupación de su compañera de clan. —Qué tal si... — Comenzó la guerrera antes de desviar lentamente su tono al notar a Estrella de Sauce acercándose.
—Saludos, Estrella de Sauce. — Saludo de vuelta la felina, dando una leve reverencia respetuosa con la cabeza. —No podría responder por parte de Susurro de Cuervo, pero... — Comenzó, dando una rápida mirada hacia la lugarteniente a su mención, antes de devolver la mirada hacia la felina grisácea. —En lo personal, descansé lo suficiente, a pesar de haber despertado de manera un poco brusca. — Comentó, relatando brevemente a la líder cómo había sido despertada repentinamente porque alguien había pisado su cola. Al darse cuenta de que tal vez sonaba más como una queja que como un recuento, la felina murmuró una pequeña disculpa antes de enrollar sus patas con la cola, tratando de mantener la compostura y no mostrar su inseguridad.
Susurro de Cuervo
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Susurro de Cuervo, asintió tras terminarse con un último bocado su campaño. Levantándose y desperezándose un instante más tarde, se sentó. Aún inmersa en sus pensamientos sobre la próxima patrulla y las patrullas que debería organizar para más tarde, se vio momentáneamente sorprendida por la llegada de Estrella de Sauce al oírla. Sin embargo, se recuperó rápidamente, inclinando la cabeza en una respetuosa reverencia hacia su líder.
—Buenos días, Estrella de Sauce —respondió con tono firme pero amigable—. Espero que hayas tenido un buen descanso. Por mi parte, ha sido un buen dormir.
Observó con interés cómo Lirio de Serpiente lidiaba con sus propios pensamientos. Siempre atenta a los detalles, notó la breve vacilación en su compañera de clan cuando mencionó la patrulla de caza. Su reacción, aunque sutil, no pasó desapercibida. Conocía bien la importancia de mantener la moral alta, especialmente en momentos de duda.
—Lirio de Serpiente ha sido una compañía agradable esta mañana —continuó la lugarteniente—. Hemos estado discutiendo el poder añadir estrategias nuevas para nuestras patrullas y repasar el territorio, por si acaso.
Susurro de Cuervo le dirigió una mirada alentadora y tras unos instantes, añadió: —Saldremos a cazar en breves. ¿Podrías organizar la patrulla fronteriza, si no es mucha molestia? Del resto me encargaré yo.— Finalizó, enroscando su frondosa cola en sus patas.
—Buenos días, Estrella de Sauce —respondió con tono firme pero amigable—. Espero que hayas tenido un buen descanso. Por mi parte, ha sido un buen dormir.
Observó con interés cómo Lirio de Serpiente lidiaba con sus propios pensamientos. Siempre atenta a los detalles, notó la breve vacilación en su compañera de clan cuando mencionó la patrulla de caza. Su reacción, aunque sutil, no pasó desapercibida. Conocía bien la importancia de mantener la moral alta, especialmente en momentos de duda.
—Lirio de Serpiente ha sido una compañía agradable esta mañana —continuó la lugarteniente—. Hemos estado discutiendo el poder añadir estrategias nuevas para nuestras patrullas y repasar el territorio, por si acaso.
Susurro de Cuervo le dirigió una mirada alentadora y tras unos instantes, añadió: —Saldremos a cazar en breves. ¿Podrías organizar la patrulla fronteriza, si no es mucha molestia? Del resto me encargaré yo.— Finalizó, enroscando su frondosa cola en sus patas.
Estrella de Sauce
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Un breve asentimiento fue devuelto a ambas como respuesta a sus cordiales saludos. No perdió el detalle de la interrupción a lo que estaba a punto de decir la albina, pero dejó que cualquier preocupación se escurriese de su cuerpo, concentrándose mejor en el cuento de una mañana un poco incómoda para la contraria. Sus bigotes se sacudieron con diversión ante el pensamiento de que no sería ni la primera ni la última vez que le fuera a pasar eso, compartiendo una guarida tan espaciosa y con tantos compañeros. Hasta debía admitir que en su momento, ella habría sido la que pisaba que la que recibía la pisada; se lo acreditaba todo a sus anchas patas.
Su atención pasó a Susurro de Cuervo, y como de lugarteniente a líder, en cuanto se tocó el tema de una posible patrulla su postura pareció tomar una comodidad que recordaba a las que aprovechaba a poner cuando había que atender reuniones.
—Mm, está bien —un tono más monótono pero contemplativo se escuchó— Estaba pensando en resaltar la frontera contra el Sendero Atronador de todas formas.
Su cola se movió de manera suave, parpadeando lento hasta que un chispazo de mayor interés apareció en su vista.
—Disculpen mi entrometimiento, pero no pude evitar escuchar que querían reforzar las estrategias en cuanto a las patrullas. —Sus ojos se entrecerraron un breve momento, viniéndosele a la cabeza un breve recuerdo pasado—. ¿Qué se les había ocurrido?
Su atención pasó a Susurro de Cuervo, y como de lugarteniente a líder, en cuanto se tocó el tema de una posible patrulla su postura pareció tomar una comodidad que recordaba a las que aprovechaba a poner cuando había que atender reuniones.
—Mm, está bien —un tono más monótono pero contemplativo se escuchó— Estaba pensando en resaltar la frontera contra el Sendero Atronador de todas formas.
Su cola se movió de manera suave, parpadeando lento hasta que un chispazo de mayor interés apareció en su vista.
—Disculpen mi entrometimiento, pero no pude evitar escuchar que querían reforzar las estrategias en cuanto a las patrullas. —Sus ojos se entrecerraron un breve momento, viniéndosele a la cabeza un breve recuerdo pasado—. ¿Qué se les había ocurrido?
Lirio de Serpiente
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—Para nada, Estrella de Sauce — Comenzó Lirio de Serpiente con un suave ronroneo al oír que la líder se disculpaba por sobre escuchar la conversación de hace unos segundos, dirigió su mirada hacia la lugarteniente quien se encontraba a unas colas de ratón de distancia, la albina le señalo con la cola antes de hablar — Susurro de Cuervo aquí tuvo la fantástica idea de adoptar nuevas técnicas para lidiar contra los intrusos que entren en nuestro territorio. — Lirio de Serpiente concordaba que esta propuesta podría cambiar drásticamente sus estrategias tanto defensivas como ofensivas. — Menciono que el Clan del Rio usa técnicas similares y resultan bastante efectivas, no sería extraño que fuésemos nosotros quienes las perfeccionan — Dijo con algo similar a un tono en broma antes de continuar.
— Pero realmente pienso que podría ser una buena idea, especialmente cuando tengamos que enfrentamos contra grandes grupos de gatos u otros individuos problemáticos como son los zorros o tejones.— Prosiguió, volviendo a mirar a Susurro de Cuervo para buscar su apoyo silencioso. — En el hipotético caso de que tuviésemos que pelear contra ellos siendo solo una patrulla pequeña o hasta estando solos , lo cual usualmente nos pondría en desventaja. —
Hizo una pausa, permitiendo que sus palabras calaran en la mente de su líder.
— También podríamos aplicar esta estrategia si llegásemos a enfrentarnos a otros clanes por territorio o presas si es que llega el momento. Podríamos prepararnos con antelación de tiempo e incluso usar el terreno a nuestro favor de llegar a ser necesario. — Continuó después de unos segundos. — Un ataque sorpresa podría desestabilizar a nuestros enemigos y darnos una ventaja crucial. — Explico esta antes de enrollar nuevamente su cola alrededor de sus patas delanteras. Sintiéndose un tanto satisfecha por lograr haber explicado su punto de vista sin tener que hacer tantas pausas, lo cual era algo nuevo para ella.
— Pero realmente pienso que podría ser una buena idea, especialmente cuando tengamos que enfrentamos contra grandes grupos de gatos u otros individuos problemáticos como son los zorros o tejones.— Prosiguió, volviendo a mirar a Susurro de Cuervo para buscar su apoyo silencioso. — En el hipotético caso de que tuviésemos que pelear contra ellos siendo solo una patrulla pequeña o hasta estando solos , lo cual usualmente nos pondría en desventaja. —
Hizo una pausa, permitiendo que sus palabras calaran en la mente de su líder.
— También podríamos aplicar esta estrategia si llegásemos a enfrentarnos a otros clanes por territorio o presas si es que llega el momento. Podríamos prepararnos con antelación de tiempo e incluso usar el terreno a nuestro favor de llegar a ser necesario. — Continuó después de unos segundos. — Un ataque sorpresa podría desestabilizar a nuestros enemigos y darnos una ventaja crucial. — Explico esta antes de enrollar nuevamente su cola alrededor de sus patas delanteras. Sintiéndose un tanto satisfecha por lograr haber explicado su punto de vista sin tener que hacer tantas pausas, lo cual era algo nuevo para ella.
Susurro de Cuervo
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Susurro de Cuervo sintió un ligero orgullo al escuchar a Lirio de Serpiente explicar las ideas con tanta claridad y determinación. La felina albina había logrado transmitir la esencia de la estrategia que tenía planeado explicar ella. Ahora, era su turno de añadir más detalles y responder a la pregunta de la contraria.
—Exactamente, Estrella de Sauce —comenzó Susurro de Cuervo, con un tono lleno de seriedad—. He estado observando las tácticas del Clan del Río en sus patrullas, y parece ser que tienen movimientos interesantes. Sus emboscadas y actos coordinados les dan una gran ventaja en terreno acuático. Aunque nuestro territorio es diferente, creo que podemos adaptar y perfeccionar estas técnicas para nuestras necesidades y usarlas a nuestro favor.
Susurro de Cuervo hizo una breve pausa.
—Mi idea principal es aprovechar el terreno pantanoso y la densidad del bosque para crear emboscadas estratégicas. Tras pensarlo un largo tiempo, la primera propuesta —continuó— sería establecer puntos de vigilancia elevados en los árboles más altos y zonas con buena cobertura. Los vigilantes podrían detectar intrusos antes de que ellos nos vean, avisando y permitiendo que nuestras patrullas se preparen y tomen posiciones estratégicas. Además, estos puntos de vigilancia podrían servir para coordinar ataques sorpresa, guiando a nuestros guerreros hacia posiciones ventajosas.
La lugarteniente se detuvo un momento, evaluando la reacción de su líder.
—Además —continuó Susurro de Cuervo—, podríamos dividir a nuestras patrullas en equipos más pequeños pero más ágiles, capaces de rodear y atacar desde múltiples ángulos. Sin embargo, para enfrentar a grandes grupos de enemigos o a depredadores como zorros y tejones, que siempre es un desafío, podríamos aumentar el número y seguir la misma estrategia, ya que si podemos desorientarlos y atacarlos por sorpresa, podemos neutralizar la amenaza con mayor eficacia y reducir las bajas en nuestro lado.
Susurro de Cuervo hizo un gesto con la cola hacia Lirio de Serpiente, reconociendo su valiosa aportación a la conversación.
—Como bien señaló Lirio de Serpiente, estas técnicas no solo serían útiles contra depredadores, sino también en posibles conflictos con otros clanes. Si llegara el momento de defender nuestro territorio o nuestras presas, un ataque sorpresivo podría darnos la ventaja necesaria para inclinar la victoria a nuestro favor.
Tras breves instantes de silencio que permitieron a las dos féminas absorber la información, prosiguió.
—Así como también pienso que podríamos realizar entrenamientos específicos para estas tácticas, a parte de los usuales—agregó—. Podemos organizar simulacros donde los guerreros practiquen emboscadas y maniobras evasivas, asegurándonos de que todos estén familiarizados con las nuevas estrategias y puedan ejecutarlas con precisión y al menos, que los veteranos sepan un mínimo por si toca proteger, de una invasión al clan, a las reinas y sus cachorros.
—Finalmente, está la posibilidad de utilizar señales específicas para coordinar nuestros movimientos —continuó Susurro de Cuervo—. Con eso me refiero que, como Clan de la Sombra, podríamos desarrollar un sistema de señales visuales y auditivas que nos permita comunicarnos silenciosamente durante las emboscadas y los ataques. Esto sería especialmente útil en situaciones donde el sigilo es crucial. Por ejemplo, el uso de movimientos de cola o ciertos sonidos de baja frecuencia podría indicar a nuestros guerreros cuándo moverse, atacar o retirarse sin alertar al enemigo. Aunque pensándolo mejor, sería complicado de realizar en medio de una batalla, así que creo que la idea no tiene mucho futuro.
Susurro de Cuervo se detuvo una vez terminó, permitiendo que sus palabras se asentaran. Era cierto, había estado pensando y analizando por lo menos, una luna entera, pues le importaba que se mejoraran todos los aspectos posibles dentro del clan.
—Exactamente, Estrella de Sauce —comenzó Susurro de Cuervo, con un tono lleno de seriedad—. He estado observando las tácticas del Clan del Río en sus patrullas, y parece ser que tienen movimientos interesantes. Sus emboscadas y actos coordinados les dan una gran ventaja en terreno acuático. Aunque nuestro territorio es diferente, creo que podemos adaptar y perfeccionar estas técnicas para nuestras necesidades y usarlas a nuestro favor.
Susurro de Cuervo hizo una breve pausa.
—Mi idea principal es aprovechar el terreno pantanoso y la densidad del bosque para crear emboscadas estratégicas. Tras pensarlo un largo tiempo, la primera propuesta —continuó— sería establecer puntos de vigilancia elevados en los árboles más altos y zonas con buena cobertura. Los vigilantes podrían detectar intrusos antes de que ellos nos vean, avisando y permitiendo que nuestras patrullas se preparen y tomen posiciones estratégicas. Además, estos puntos de vigilancia podrían servir para coordinar ataques sorpresa, guiando a nuestros guerreros hacia posiciones ventajosas.
La lugarteniente se detuvo un momento, evaluando la reacción de su líder.
—Además —continuó Susurro de Cuervo—, podríamos dividir a nuestras patrullas en equipos más pequeños pero más ágiles, capaces de rodear y atacar desde múltiples ángulos. Sin embargo, para enfrentar a grandes grupos de enemigos o a depredadores como zorros y tejones, que siempre es un desafío, podríamos aumentar el número y seguir la misma estrategia, ya que si podemos desorientarlos y atacarlos por sorpresa, podemos neutralizar la amenaza con mayor eficacia y reducir las bajas en nuestro lado.
Susurro de Cuervo hizo un gesto con la cola hacia Lirio de Serpiente, reconociendo su valiosa aportación a la conversación.
—Como bien señaló Lirio de Serpiente, estas técnicas no solo serían útiles contra depredadores, sino también en posibles conflictos con otros clanes. Si llegara el momento de defender nuestro territorio o nuestras presas, un ataque sorpresivo podría darnos la ventaja necesaria para inclinar la victoria a nuestro favor.
Tras breves instantes de silencio que permitieron a las dos féminas absorber la información, prosiguió.
—Así como también pienso que podríamos realizar entrenamientos específicos para estas tácticas, a parte de los usuales—agregó—. Podemos organizar simulacros donde los guerreros practiquen emboscadas y maniobras evasivas, asegurándonos de que todos estén familiarizados con las nuevas estrategias y puedan ejecutarlas con precisión y al menos, que los veteranos sepan un mínimo por si toca proteger, de una invasión al clan, a las reinas y sus cachorros.
—Finalmente, está la posibilidad de utilizar señales específicas para coordinar nuestros movimientos —continuó Susurro de Cuervo—. Con eso me refiero que, como Clan de la Sombra, podríamos desarrollar un sistema de señales visuales y auditivas que nos permita comunicarnos silenciosamente durante las emboscadas y los ataques. Esto sería especialmente útil en situaciones donde el sigilo es crucial. Por ejemplo, el uso de movimientos de cola o ciertos sonidos de baja frecuencia podría indicar a nuestros guerreros cuándo moverse, atacar o retirarse sin alertar al enemigo. Aunque pensándolo mejor, sería complicado de realizar en medio de una batalla, así que creo que la idea no tiene mucho futuro.
Susurro de Cuervo se detuvo una vez terminó, permitiendo que sus palabras se asentaran. Era cierto, había estado pensando y analizando por lo menos, una luna entera, pues le importaba que se mejoraran todos los aspectos posibles dentro del clan.
Estrella de Sauce
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"Estrategias del Clan del Río..." repitió en su mente, haciendo hincapié en aquel comentario antes de continuar con la activa escucha, centrándose en Lirio de Serpiente ya que se había adelantado en tomar la palabra. Le había llamado la atención que fuera justo el Clan del Río su inspiración, por decirlo de alguna forma. Podría ser para bien; era el clan que más se asemejaba a ellos en cuanto al territorio, podía ser que en la forma de organización pudieran parecerse por el mismo motivo. Aquello no quitaba que tuviera sus dudas, pero prefirió dejar que tanto la albina como su lugarteniente se explayasen.
Luego de la "pequeña" introducción inicial, su vista se paseó hasta encontrar los claros ojos de Susurro de Cuervo, y como esperando una larga explicación propia de ella, entornó ligeramente sus ojos y viró sus orejas en su dirección.
Conforme su explicación avanzaba, pequeños gestos escondidos cruzaban su físico de una forma contemplativa, pero ciertamente más ligera que la seriedad con la que Susurro de Cuervo se empeñaba tanto en demostrar. Estrella de Sauce no temía en desviar la mirada o asentir como muestra de saludo cuando conectaba miradas con otros felinos de iban y venían de pasada, pero tampoco era capaz de abrir firmes dudas acerca de su atención, pues sus amarillentos orbes terminaban reposando en la rojiza oscura por más tiempo que el que divagaban.
Más hacia el final de su explicación, Estrella de Sauce hizo una moción con el hocico cuando mantuvo miradas con un pobre guerrero, viéndolo bastante indeciso en su lugar. Maulló un pequeño "gracias" al contrario cuando la líder hizo notar su presencia a las dos felinas que la acompañaban, siendo su pequeña charla interrumpida por aquel que pidió un permiso y musitó un "discúlpenme" solamente para poder agarrar una presa del montón y llevársela después. Estrella de Sauce agitó de manera entretenida sus bigotes.
—Sin lugar a dudas estuviste pensándolo un buen rato, ¿hm? —una de las primeras cosas que se le había pasado por la cabeza al momento de escuchar era ¿Cuánto tiempo exactamente se había dispuesto a observarlos? Era curioso de cierta forma... más curiosa era la forma con la que podría llegar a malinterpretarse.
—Las propuestas son buenas, pero necesitan adaptarse, como dicen. —sus ojos bajaron a la Pila de Carne Fresca, centrándose en sus palabras—. Nuestra ventaja está abajo, entre los matorrales y el suelo pantanoso. Sería complicado situar vigilantes en lo alto cuando carecemos de buenas posiciones. Sí que podemos aprovechar algunos árboles, pero nuestros cuerpos son bastante robustos como para pasar desapercibidos entre las flacas ramas. Es una estrategia que le convendría más al Clan del Trueno, en todo caso, lo que es bueno tener en cuenta. Podemos usar, en cambio, el rejunte de raíces que a veces se forman contra la frontera. Pero nuestro mejor punto de interés a cubrir son los cruces abajo del Sendero Atronador. —No era tan preocupante pensar en la vegetación más alta que los cubría del territorio del Clan del Trueno; era una formación usada a su ventaja, precisada para impedirles una vista extensa de lo que les deparaba al otro lado de aquel camino construido por los Dos Patas. La situación más llamativa para la la mayor eran los cruces, como el que habían usado en los distintos enfrentamientos contra el Clan del Viento hace más de dos lunas atrás. Haber pasado bajo aquel segundo cruce le había provocado una sensación tan extraordinaria que sentía que su pelaje podría volver a erizarse—. Hay que aprovechar que esos cruces los mantenemos en secreto. Que sigan creyendo que cruzamos por encima.
El abundante pelaje rodeando su cuello se infló ligeramente a la vez que un brillo ocurrente pasaba a través de su mirar. Había sido un comentario con un ligero humor que no estaba del todo definido si había algo de verdadera intención en él.
—De todas formas, no estaría mal revisar qué árboles nos sirven —bueno, ya tenían una idea para la siguiente patrulla. Gracia le dio el hecho de imaginarse sus expresiones al pedirles hacer tal cosa, pero por eso dejaría que fuera Susurro de Cuervo quién se los pida debido a sus formalidades—. En cuanto a las señas, no te olvides de nuestras técnicas, Susurro de Cuervo —su tono sonó juguetón, observando la reacción de la contraria—, las señas con la cola son uno de los pocos recursos que con la baja vegetación, nos benefician. Hay que ponerlas más en uso, que no decaiga la costumbre. Estrella Colmilluda habría querido usarla, de seguro.
Estrella Colmilluda... aún sin su cola, había sido una gran guía durante aquella dura batalla.
Su cola se movió sutilmente, su posición cambiando al volver a ponerse en pie tras decidir en algún momento pasado que sentarse había sido lo mejor; ahora, no podía olvidarse de organizar la siguiente patrulla.
—Quizás en medio de una batalla el sigilo no entre en juego, pero las emboscadas serán nuestra mayor herramienta. Llegar primero que el enemigo y aguardar nos ahorra energías. No nos vendrá mal ponerlo en práctica... ahora que tenemos tiempo de practicarlo; podremos aprovechar. —Finalmente, Estrella de Sauce hizo una pausa más larga, observando el movimiento del claro más relajada—. ¿Ya les avisaron a más integrantes, o piensan ir ustedes dos solamente de caza?
Luego de la "pequeña" introducción inicial, su vista se paseó hasta encontrar los claros ojos de Susurro de Cuervo, y como esperando una larga explicación propia de ella, entornó ligeramente sus ojos y viró sus orejas en su dirección.
Conforme su explicación avanzaba, pequeños gestos escondidos cruzaban su físico de una forma contemplativa, pero ciertamente más ligera que la seriedad con la que Susurro de Cuervo se empeñaba tanto en demostrar. Estrella de Sauce no temía en desviar la mirada o asentir como muestra de saludo cuando conectaba miradas con otros felinos de iban y venían de pasada, pero tampoco era capaz de abrir firmes dudas acerca de su atención, pues sus amarillentos orbes terminaban reposando en la rojiza oscura por más tiempo que el que divagaban.
Más hacia el final de su explicación, Estrella de Sauce hizo una moción con el hocico cuando mantuvo miradas con un pobre guerrero, viéndolo bastante indeciso en su lugar. Maulló un pequeño "gracias" al contrario cuando la líder hizo notar su presencia a las dos felinas que la acompañaban, siendo su pequeña charla interrumpida por aquel que pidió un permiso y musitó un "discúlpenme" solamente para poder agarrar una presa del montón y llevársela después. Estrella de Sauce agitó de manera entretenida sus bigotes.
—Sin lugar a dudas estuviste pensándolo un buen rato, ¿hm? —una de las primeras cosas que se le había pasado por la cabeza al momento de escuchar era ¿Cuánto tiempo exactamente se había dispuesto a observarlos? Era curioso de cierta forma... más curiosa era la forma con la que podría llegar a malinterpretarse.
—Las propuestas son buenas, pero necesitan adaptarse, como dicen. —sus ojos bajaron a la Pila de Carne Fresca, centrándose en sus palabras—. Nuestra ventaja está abajo, entre los matorrales y el suelo pantanoso. Sería complicado situar vigilantes en lo alto cuando carecemos de buenas posiciones. Sí que podemos aprovechar algunos árboles, pero nuestros cuerpos son bastante robustos como para pasar desapercibidos entre las flacas ramas. Es una estrategia que le convendría más al Clan del Trueno, en todo caso, lo que es bueno tener en cuenta. Podemos usar, en cambio, el rejunte de raíces que a veces se forman contra la frontera. Pero nuestro mejor punto de interés a cubrir son los cruces abajo del Sendero Atronador. —No era tan preocupante pensar en la vegetación más alta que los cubría del territorio del Clan del Trueno; era una formación usada a su ventaja, precisada para impedirles una vista extensa de lo que les deparaba al otro lado de aquel camino construido por los Dos Patas. La situación más llamativa para la la mayor eran los cruces, como el que habían usado en los distintos enfrentamientos contra el Clan del Viento hace más de dos lunas atrás. Haber pasado bajo aquel segundo cruce le había provocado una sensación tan extraordinaria que sentía que su pelaje podría volver a erizarse—. Hay que aprovechar que esos cruces los mantenemos en secreto. Que sigan creyendo que cruzamos por encima.
El abundante pelaje rodeando su cuello se infló ligeramente a la vez que un brillo ocurrente pasaba a través de su mirar. Había sido un comentario con un ligero humor que no estaba del todo definido si había algo de verdadera intención en él.
—De todas formas, no estaría mal revisar qué árboles nos sirven —bueno, ya tenían una idea para la siguiente patrulla. Gracia le dio el hecho de imaginarse sus expresiones al pedirles hacer tal cosa, pero por eso dejaría que fuera Susurro de Cuervo quién se los pida debido a sus formalidades—. En cuanto a las señas, no te olvides de nuestras técnicas, Susurro de Cuervo —su tono sonó juguetón, observando la reacción de la contraria—, las señas con la cola son uno de los pocos recursos que con la baja vegetación, nos benefician. Hay que ponerlas más en uso, que no decaiga la costumbre. Estrella Colmilluda habría querido usarla, de seguro.
Estrella Colmilluda... aún sin su cola, había sido una gran guía durante aquella dura batalla.
Su cola se movió sutilmente, su posición cambiando al volver a ponerse en pie tras decidir en algún momento pasado que sentarse había sido lo mejor; ahora, no podía olvidarse de organizar la siguiente patrulla.
—Quizás en medio de una batalla el sigilo no entre en juego, pero las emboscadas serán nuestra mayor herramienta. Llegar primero que el enemigo y aguardar nos ahorra energías. No nos vendrá mal ponerlo en práctica... ahora que tenemos tiempo de practicarlo; podremos aprovechar. —Finalmente, Estrella de Sauce hizo una pausa más larga, observando el movimiento del claro más relajada—. ¿Ya les avisaron a más integrantes, o piensan ir ustedes dos solamente de caza?
Lirio de Serpiente
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Lirio de Serpiente escuchó atentamente las instrucciones de la líder, tomando nota de los puntos a mejorar y seguir en relación a la propuesta inicial de la lugarteniente rojiza. Manteniendo la mirada fija en Estrella de Sauce, esperó pacientemente a que terminara de hablar.
—Estrella de Sauce tiene un buen punto, y también tendremos que considerar eso —Concordó Lirio de Serpiente, reconociendo la necesidad de adaptar las estrategias para que fueran útiles en el terreno de su territorio—. Estoy segura de que podremos pensar en algo cuando llegue el momento —Añadió con determinación, antes de responder a la pregunta de la hembra grisácea sobre la patrulla de caza.
—Eso depende de Susurro de Cuervo. No estoy segura si tenía en mente invitar a más guerreros o aprendices — Maulló Lirio de Serpiente, levantándose de su sitio. Se arqueó ligeramente para estirarse, soltando un pequeño suspiro de alivio al sentir cómo sus tensos músculos se relajaban después del estiramiento—. En lo personal, creo que sería una buena idea. Nunca vienen mal un par de garras y colmillos extras — Dijo con un tono risueño, aunque su expresión seguía siendo seria — Pero solo es mi opinión—. Luego, volvió su mirada hacia Susurro de Cuervo, esperando la respuesta de su compañera.
—Estrella de Sauce tiene un buen punto, y también tendremos que considerar eso —Concordó Lirio de Serpiente, reconociendo la necesidad de adaptar las estrategias para que fueran útiles en el terreno de su territorio—. Estoy segura de que podremos pensar en algo cuando llegue el momento —Añadió con determinación, antes de responder a la pregunta de la hembra grisácea sobre la patrulla de caza.
—Eso depende de Susurro de Cuervo. No estoy segura si tenía en mente invitar a más guerreros o aprendices — Maulló Lirio de Serpiente, levantándose de su sitio. Se arqueó ligeramente para estirarse, soltando un pequeño suspiro de alivio al sentir cómo sus tensos músculos se relajaban después del estiramiento—. En lo personal, creo que sería una buena idea. Nunca vienen mal un par de garras y colmillos extras — Dijo con un tono risueño, aunque su expresión seguía siendo seria — Pero solo es mi opinión—. Luego, volvió su mirada hacia Susurro de Cuervo, esperando la respuesta de su compañera.
Susurro de Cuervo
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Susurro de Cuervo escuchó atentamente las palabras de la líder, notando los matices en su tono y la forma en que consideraba cada aspecto de la propuesta. Recordó sobre las señales con la cola en el momento que le fue mencionado, y sonrió, negando con la cabeza mientras se preguntaba como podía haberlo olvidado.
—Por supuesto, han sido una parte fundamental de nuestra comunicación. Me aseguraré de que todos los miembros del clan las sepan usar correctamente.
La lugarteniente notó la reacción de Lirio de Serpiente, quien se había levantado y estirado.
—Lirio de Serpiente tiene razón —asintió Susurro de Cuervo, mirando a Estrella de Sauce—. Podríamos invitarte a ti, si estás libre o a algun otro guerrero, si lo prefieres. —Finalizó, agitando los bigotes con una sonrisa fantasmal bailando en su rostro.
—Por supuesto, han sido una parte fundamental de nuestra comunicación. Me aseguraré de que todos los miembros del clan las sepan usar correctamente.
La lugarteniente notó la reacción de Lirio de Serpiente, quien se había levantado y estirado.
—Lirio de Serpiente tiene razón —asintió Susurro de Cuervo, mirando a Estrella de Sauce—. Podríamos invitarte a ti, si estás libre o a algun otro guerrero, si lo prefieres. —Finalizó, agitando los bigotes con una sonrisa fantasmal bailando en su rostro.
Estrella de Sauce
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—¿A mi? —sus bigotes se agitaron con cierto divertimiento. No debería en verdad; tenía más que una excusa para quedarse merodeando por el campamento, justo como había visto que los líderes solían hacer. Bueno, además del consejo médico que Arrendajo Sereno le encomendó encarecidamente.
Estrella de Sauce masticó algo invisible dentro de sus fauces y entrecerró sus ojos de manera pensativa. Bah, no le vendría mal despejar la cabeza... pero lo de la patrulla sería primero.
—Adelántense ustedes, yo me encargaré de la organización de la patrulla. Me aseguraré de transmitirles un poco de tu idea, para que te explayes con ellos más tarde, Susurro de Cuervo.
Una mirada ladina de corta duración fue dedicada a la rojiza antes de comenzar a girar su cuerpo, su cola moviéndose a un son sereno tras de ella, ya dándoles la espalda.
—Nos estamos viendo.
Estrella de Sauce masticó algo invisible dentro de sus fauces y entrecerró sus ojos de manera pensativa. Bah, no le vendría mal despejar la cabeza... pero lo de la patrulla sería primero.
—Adelántense ustedes, yo me encargaré de la organización de la patrulla. Me aseguraré de transmitirles un poco de tu idea, para que te explayes con ellos más tarde, Susurro de Cuervo.
Una mirada ladina de corta duración fue dedicada a la rojiza antes de comenzar a girar su cuerpo, su cola moviéndose a un son sereno tras de ella, ya dándoles la espalda.
—Nos estamos viendo.
Lirio de Serpiente
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La joven guerrera asintió con la cabeza al escuchar que la líder se les uniría más tarde después de atender algunos de sus deberes, murmurando un pequeño adiós para la gata grisácea. — Supongo que en ese caso solo seríamos nosotras dos por el momento, ¿no es así, Susurro de Cuervo? — Preguntó la albina a la mencionada para confirmar, volviendo su mirada hacia la lugarteniente durante unos segundos. Tras un breve silencio, añadió con cierta determinación: — Entonces, ¿deberíamos ponernos en marcha? — Indicó, apuntando con su cola hacia la entrada del campamento.
— Mientras más pronto regresemos, mejor será para rellenar la pila de presas y podríamos comenzar a trabajar en las propuestas que ideaste — Mencionó casi seguido, mostrando su impaciencia por iniciar. Esperó la respuesta de la lugarteniente, y al obtener su aprobación, comenzó a encaminarse hacia la entrada del campamento.
Al pasar por la salida, la guerrera albina dio un rápido saludo al gato que vigilaba la entrada, siempre atento a cualquier tipo de intruso y encargado de evitar que los traviesos aprendices y cachorros salieran sin permiso o supervisión de algún guerrero.
— Mientras más pronto regresemos, mejor será para rellenar la pila de presas y podríamos comenzar a trabajar en las propuestas que ideaste — Mencionó casi seguido, mostrando su impaciencia por iniciar. Esperó la respuesta de la lugarteniente, y al obtener su aprobación, comenzó a encaminarse hacia la entrada del campamento.
Al pasar por la salida, la guerrera albina dio un rápido saludo al gato que vigilaba la entrada, siempre atento a cualquier tipo de intruso y encargado de evitar que los traviesos aprendices y cachorros salieran sin permiso o supervisión de algún guerrero.